Actualizado: jueves, 14 septiembre 2017 18:27

   "Quemaros vivos, viejos asquerosos", gritaba mientras colocaba un colchón ardiendo junto a la puerta de la vivienda familiar

   MÉRIDA, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Una mujer de 53 años de Villafranca de los Barros (Badajoz) ha sido condenada a una pena de dos años de prisión y a tres de prohibición de acercarse y comunicarse con sus padres, por un delito de daños por incendio.

   En concreto, fue detenida y posteriormente puesta en libertad provisional hasta la celebración del juicio, tras intentar incendiar la vivienda familiar con sus padres y sus dos hermanas, con quienes mantiene una mala relación, en su interior.

   Los hechos ocurrieron el 1 de octubre de 2015, cuando la condenada prendió con un mechero una colchoneta de espuma de un balancín del porche de la vivienda unifamiliar en la que reside la familia, y lo colocó junto a la puerta de entrada de madera mientras gritaba "quemaros vivos, viejos asquerosos".

   Así se describe en la sentencia de la sección tercera de la Audiencia Provincial, con sede en Mérida, por la que se condena a esta mujer, que al acabar el juicio, en el derecho a la última palabra, confesó los hechos al tiempo que pidió perdón a su familia por lo ocurrido.

   Un informe forense determinó que la acusada padece un trastorno depresivo mayor en tratamiento farmacológico, si bien reseñaba que tenía íntegras sus facultades intelectivas y volitivas para el delito imputado.

   Además, cuenta con sentencias condenatorias desde 2005 hasta 2016 por lesiones, maltrato en el ámbito familiar, denuncia falsa y acoso, fruto de enfrentamientos motivados por las "malas relaciones" que mantiene la acusada tanto con sus padres como con sus dos hermanas.

   En su sentencia, que no es firme y sobre la que cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo, a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal considera probado que la autora acudió al domicilio al no recibir respuesta a sus llamadas telefónicas.

   Al llegar llamó a la puerta pero no le abrieron, tras lo que golpeó y ralló la puerta con un objeto punzante, antes de prender fuego a la colchoneta y colocarlo junto a la puerta pese a tener pleno conocimiento de que sus padres y sus hermanas se encontraban en el interior.

   Tras provocar el fuego abandonó la vivienda, a la que solo se puede entrar y salir por la puerta principal, dado que las ventanas de la primera planta de esta residencia unifamiliar están enrejadas. Las llamas, que solo causaron quemaduras leves en un brazo a la madre, no se propagaron gracias a la intervención de una vecina que las sofocó arrojando varios cubos de agua sobre ellas.

   Asimismo, la autora de los hechos envió al día siguiente un mensaje de texto al teléfono de un sobrino en el que indicaba: "ya estoy feliz porque los viejos ya conocen el infierno".

   Durante el juicio relataron los hechos la madre y las dos hermanas. Cabe destacar que los padres han renunciado a las acciones civiles y penales, y que tanto la madre como una de las hermanas han perdonado a la acusada, quien inicialmente negó los hechos pero que acabó confesando lo ocurrido y pidiendo perdón.

   "Los reconoció lisa y llanamente, admitiéndolos en su integridad, incluida la quema de colchón y el abandono a su suerte de los moradores", refleja la sentencia, que asimismo le impone el pago de las costas procesales.

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