MÉRIDA, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Cáceres ha condenado a diez años de prisión al feriante P. P. C. como autor del homicidio de su empleado en Coria (Cáceres) el pasado 20 de enero de 2016.
Asimismo, se le condena al pago de las costas procesales causadas en este procedimiento, incluidas las de la acusación particular y, en concepto de responsabilidad civil, a indemnizar a una hermana del fallecido con 48.000 euros.
La sentencia, recogida por Europa Press, indica también que la clasificación en tercer grado penitenciario no se hará hasta que se haya cumplido, al menos, la mitad de la pena impuesta al condenado.
Contra la misma cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) dentro de los diez días siguientes a la última notificación de la sentencia.
La sentencia declara como hechos probados que el día 20 de enero de 2016, sobre las 09,00 horas, J. M. G. A. acudió a la caravana que ocupaba P. P. C. con el que trabajaba como asalariado para comunicarle que no iba a continuar trabajando con él, y que le abonase la última cantidad que le debía.
Ello derivó en una discusión entre ambos al manifestarle P. P. C. que no le podía hacer eso al ir a trasladarse a otro pueblo con la atracción de feria. Esta discusión, primero verbal, siguió con un "leve forcejeo" en el transcurso del cual, P. P. C. coge un cuchillo y para acabar con la vida de J. M. G. A., se lo clava en el costado izquierdo traspasando el pulmón y llegando al corazón, produciéndole la muerte inmediata.
P. P. C., después de ocurrir los hechos, se quita el pijama manchado de sangre, lo introduce en la lavadora, se viste, y llama a sus hermanas y éstas le dicen que vaya a Talavera, localidad de residencia de ellas.
En esa ciudad, P. P. C. les dice que ha tenido un altercado con J. M. G. A. y que ha muerto. Tras ello, dos hermanas se dirigen al cuartel de la Guardia Civil de Talavera sobre las 13,00 horas y les dicen a los agentes que es posible que haya un cadáver en la caravana de su hermano que está situada en Coria.
La Guardia Civil de Talavera llama por teléfono a la de Coria y les refieren lo que las hermanas de P. P. C. les han dicho. Los agentes se dirigen a la caravana, llaman, y al no contestarle nadie comunican los hechos de los que han tenido conocimiento a la juez de guardia que les indica que procedan a abrir la caravana, en la que efectivamente comprueban que se encuentra el cuerpo sin vida de J. M. G. A.
Después de ello reciben en el cuartel de la Guardia Civil una llamada de P. P. C. en la que dice que va camino de Coria hacia el cuartel, al que acude el instructor de las diligencias en ese momento.
Asimismo, el cadáver de J. M. G. A. presentaba un orificio de entrada de arma blanca de unos 3,8 centímetros de longitud con borde romo inferior y el otro borde con filo superior en la cara anterior del tórax, en el costado izquierdo a unos 8 centímetros de la mamila.
La penetración del arma blanca, de 13 centímetros, ha incidido en pulmón, perforándolo, y en corazón provocándole la consiguiente hemorragia aguda y parada cardiorrespiratoria de forma inmediata. En la zona de la mejilla izquierda se encuentran tres zonas erosivas de color rojizo compatibles con arañazos de muy reciente producción.
P. P. C. el día de los hechos presentaba una contusión malar izquierda que no necesitó más que una primera asistencia facultativa que curó en dos días, sin incapacidad ni secuelas.
El familiar más cercano de J. M. G. A., que contaba con 40 años cuando falleció, era su hermana A. A. P., mayor de edad, no conviviente ni dependiente económicamente del finado.