MÉRIDA, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres menores de edad de entre 14 y 16 años en Badajoz acusados de revelación de secretos a quienes se les imputa un delito de 'sexting' por presuntamente divulgar fotografías con contenido íntimo de una compañera del colegio de 14 años de edad.
Los hechos fueron puestos en conocimiento de los agentes policiales el pasado 10 de febrero, cuando una joven de 14 años de edad manifestó que estaba sufriendo acoso por parte de algunos compañeros de su colegio.
Presuntamente, un amigo le había pedido que le enviara fotografías suyas "provocativas", a lo que según su relato se negó en un primer momento, aunque finalmente le convenció, enviándole cuatro fotografías en las que aparecía en ropa interior. En días posteriores, varias compañeras de su mismo colegio le comentaron que habían recibido esas mismas fotografías, sin el consentimiento de la chica.
Además, una de las imágenes fue utilizada en un perfil de una red social por parte de otro joven y en la misma hicieron comentarios usurpando la identidad de la víctima, hecho por el que fue recriminada por parte de otros alumnos del centro, según explica la Policía Nacional en una nota de prensa.
Con la ayuda de sus progenitores, puso en conocimiento de los agentes policiales de la Comisaría de Badajoz lo ocurrido, presentando pruebas suficientes para imputar a los tres jóvenes detenidos, de entre 14 y 16 años de edad, un delito de revelación de secretos.
SEXTING
Este tipo de delitos, conocido como "sexting", consiste en la divulgación o emisión de estas imágenes, de contenido erótico o sexual, sin el consentimiento de la víctima, con independencia de que la imagen o vídeo se hubiera tomado originariamente con su anuencia.
Además la difusión, revelación o cesión de las mismas a terceros, puede ser muy variada (redes sociales, Internet, WhatsApp, Snapchat, MMS, mail, mensajería instantánea, Line o similares....).
La facilidad y el acceso ágil y rápido de las nuevas tecnologías han potenciado y popularizado esta práctica, según destaca la Policía Nacional. Sin embargo, en ocasiones, la "viralización" del medio y su rápida difusión a "un ritmo vertiginoso" hacen que se "pierda el control de la imagen, pudiendo tener consecuencias muy adversas", como puede ser el uso indebido de la imagen para fines muy distintos a los iniciales, pérdida de autoestima, lesión en la reputación de la víctima, daño a su imagen, problemas y desordenes emocionales, afectivos y psicológicos, exclusión social, vergüenza, remordimiento, entre otras.
Otros riesgos pueden ser la pérdida de credibilidad, la vulneración de la dignidad, la estigmatización o la limitación del desarrollo de la libre personalidad.
CONSEJOS PARA PADRES
Por todo ello, por parte de la Policía Nacional, se ofrecen una serie de consejos a los padres, madres y tutores, para facilitar la comunicación y prevenir riesgos. Entre ellos, estar informados de los riesgos de producir o reproducir "sexting", a través, entre otras, de las charlas informativas que se puedan dar en los centros educativos, sobre el correcto uso de las nuevas tecnologías.
Trasmitir los peligros y las consecuencias de esta práctica, dejando claro que una imagen comprometida, una vez sale del teléfono o es subida a las redes sociales, ya no tiene vuelta atrás. Las familias y tutores deben favorecer la comunicación para que los menores puedan contar con ellos en caso de necesidad.
RECOMENDACIONES PARA LOS MENORES
En cuanto a los menores, se recomienda conocer la importancia del cuidado de la imagen online, ya que una imagen publicada en Internet es muy difícil de eliminar y será accesible a multitud de personas.
La imagen es un dato personal cuyo uso está protegido por la Ley, por lo que no se puede utilizar sin el consentimiento de la persona implicada.
Recibir o tomar una imagen de una persona no da derecho a distribuirla. Incluso si dieron permiso para tomar la imagen, no significa que se pueda enviar a terceros.
La Ley actúa siempre, también para los menores, con Internet y los móviles. Que todo el mundo lo haga, que considere que no van a poder identificarle, o que sea menor de edad no le libra del peso de la justicia.
Que no participen con su acción, su risa o su omisión. Cuando el sexting deriva en humillación y acoso colectivo, la víctima sufre un daño enorme, un sufrimiento extremo. Si lo promueven y lo jalean, son responsables. Si se callan, su silencio ayuda a quien acosa y hiere a la víctima.