MÉRIDA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
La diputada del PP en la Asamblea de Extremadura Sandra Valencia Ramos, que ha sido denunciada por la presidenta y portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ante la Policía por supuestas amenazas --durante el pleno de la Cámara regional de este pasado jueves-- relacionadas con su hijo, ha afirmado que lo ocurrido "en ningún momento ha sido una amenaza" y que, en todo caso, tiene "la conciencia muy tranquila".
"Quiero dejar claro que no he amenazado en ningún momento a la señora Irene de Miguel. Tras un debate bronco me he acercado a ella y le he trasladado una reflexión en privado. En ningún momento ha sido una amenaza sino un comentario en un tono distendido y sin intención alguna de ofender", ha señalado Valencia Ramos en una entrada en redes sociales, recogida por Europa Press.
En esta línea, y tras indicar que ha llamado a Irene de Miguel "para intentar aclarar lo ocurrido, pero no ha querido coger el teléfono", la diputada 'popular' ha señalado que confía en el Estado de Derecho y que tiene "la conciencia muy tranquila". "Estoy en política para mejorar la vida de los extremeños y no para el enfrentamiento y el ruido", añade.
Al mismo tiempo, Sandra Valencia Ramos defiende que el hecho de que se sea "rivales políticos" y no se piense "igual" no significa, ha apuntado, que no se pueda hablar "de forma sincera y honesta".
"Cuando defiendo un argumento lo hago pensando en el futuro, en nuestros hijos. En los suyos y en los míos, porque también soy madre. Es lo que quise transmitirle, pero veo que un comentario sin maldad ha sido usado de manera desmedida y no voy a callarme", incide la diputada del PP.
Finalmente, Valencia Ramos recalca que ella es una "mujer libre", además de madre, y que dirá "siempre" lo que piensa. "Jamás amenazaría a nadie, y mucho menos a un niño", subraya.