La empresa Tapizados J. Mayo de Alburquerque aprueba su primer Plan de Igualdad para sus 107 empleados, el 17% mujeres

   MÉRIDA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

   La empresa Tapizados J. Mayo S.L, de Alburquerque, ha aprobado su primer plan de igualdad, que cuenta entre sus objetivos la incorporación de más mujeres a su plantilla, formada por 107 personas, en la que actualmente el 83% son hombres.

   Asimismo, el documento pretende garantizar el principio de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en las condiciones de trabajo.

   El Plan tendrá una vigencia de cuatro años y ha sido negociado y aprobado por UGT, atendiendo a "todas las aportaciones y mejoras" que ha conseguido el sindicato a través de su representación en la comisión negociadora del plan de igualdad.

   La empresa, con un centro de trabajo en Alburquerque, se dedica a la fabricación de muebles tapizados, dedicada principalmente al sector de industria de la madera, cuenta con una plantilla de 107 personas trabajadoras, de las cuales 18 son mujeres, un 17 por ciento, y 89 son hombres, un 83 por ciento.

   El plan ha partido de un "profundo análisis de género" que ha permitido ver las condiciones de trabajado de toda la plantilla, haciendo especial hincapié en los datos cuantitativos y cualitativos desagregados por sexo, detectando "posibles desigualdades entre mujeres y hombres" en la dinámica de la empresa, subraya el sindicato en una nota de prensa.

   El resultado de la negociación ha sido "satisfactorio" para UGT, que pone en valor el "compromiso" de la Dirección de la Empresa, ya que pretende que este I Plan de Igualdad sea un "instrumento efectivo de mejora del clima laboral".

   Para ello, se pretende "establecer una cultura igualitaria que impregne todos los ámbitos de la empresa", así como mantener el compromiso en la contratación de mujeres en igualdad de méritos y condiciones, en categorías profesionales en las que estén infrarrepresentadas.

   Otros hitos son formar y sensibilizar en igualdad de trato y oportunidades a toda la plantilla, con niveles específicos en función de su impacto; garantizar la igualdad retributiva en trabajos de igual valor; facilitar la conciliación y la corresponsabilidad de la vida laboral, personal y familiar; asegurar la utilización de un lenguaje inclusivo en las comunicaciones internas y externas de la empresa.

   También prevenir el acoso sexual y por razón de sexo en la empresa y garantizar un canal para las denuncias; asegurar las condiciones laborales específicas para las mujeres víctimas de violencia de género; y garantizar la inclusión de la perspectiva de género en la evaluación y prevención de riesgos laborales.