CÁCERES 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Festival de Teatro Clásico de Cáceres, que se celebra desde el pasado día 9 y hasta el próximo domingo 20, sigue adelante con toda su programación prevista, ya que las medidas tomadas para evitar los contagios de Covid-19 garantizan la seguridad de público y actores.
La directora del certamen, Silvia González, ha confirmado que son conscientes de las "dificultades" por las que se está pasando con el aumento de contagios en la ciudad, pero también ha dejado claro que el festival "tiene todas las medidas y todas las precauciones tomadas para que la gente pueda ir a disfrutar de los espectáculos sin ningún problema".
Cabe recordar que el pasado fin de semana se iba a celebrar en la ciudad La Noche del Patrimonio y se suspendió ante el aumento de contagios, así como otros eventos que se iban a realizar como el Concurso de Albañilería, que tampoco se ha llevado a cabo finalmente.
"Yo creo que ya se ha demostrado a lo largo de estos días y por lo tanto se va a mantener sí o sí", ha recalcado en alusión al festival teatral tras la presentación este lunes de la obra Hamlet, que alumnas de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Extremadura pondrán en escena este lunes.
González ha recordado que las obras se presentan en espacios acotados con aforos reducidos donde el uso de mascarilla y de gel hidroalcohólico es obligatorio y, además, "no se puede hablar", por lo que la propagación del virus se dificulta. Las butacas también están desinfectadas y se han marcado itinerarios de entrada y salida del público de forma organizada.
"Prácticamente la posibilidad de que uno pueda enfermar en alguna actividad cultural es cero", ha insistido la responsable del certamen teatral, que ya trasladó sus fechas desde junio a septiembre con motivo de la pandemia.
El festival, que cumple su trigésimo primera edición, tiene también actividades paralelas para adultos y niños. En este último caso, se han celebrado en el parque Calvo Sotelo pero los niños han estado en un espacio delimitado donde los padre no pueden entrar, y se han sentado en cojines personales y desinfectados.
En los talleres se hace un control de temperatura, se usa desinfectante de manos y el material que se utiliza es individual para cada niño. "Se ha hecho un esfuerzo enorme para poder llevar esto a cabo y se ha visto que son entornos muy seguros", ha concluido.