BADAJOZ, 4 Dic. (EUROPA PRESS) - El expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Ibarra ha dicho este lunes que aunque los independentistas decidan que quieren hacer esto u otro, "tienen que saber" que si se va en contra de la Constitución "el destino final no es la independencia sino la prisión de Alcalá Meco". Ibarra ha realizado estas declaraciones en alusión a la decisión del Tribunal Supremo de mantener en prisión al exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junquera, el excoseller Joaquin Forn y a los líderes de ANC y Omnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuizart, en un acto que conmemoraba el 39º Aniversario de la Constitución Española en la Delegación del Gobierno en Badajoz. En su intervención, ha afirmado que la declaración de la independencia catalana es una "deslealtad y una traición al espíritu de la constitución del 78 puesto que ellos exigieron una serie de cosas a cambio de renunciar a otras". Asimismo, ha explicado que en la actualidad hay una parte de los españoles que quieren "descentralizar" el país, donde las comunidades perderían autonomía en favor del Gobierno central; otra parte aboga por "no" reformar la democracia; una tercera que quiere "reformar" y "corregir" la Constitución con el fin de "mejorarla", y una última que piensa que "hagan lo que quieran puesto que nosotros nos marchamos", en referencia a los independentistas catalanes. En este sentido, ha asegurado que prefiere la opción de "reformar" la Constitución, puesto que, según Ibarra, "es necesario asomarnos a la posibilidad de cambiar debido a que la sociedad ha cambiado, como en temas de igualdad de género o medidas para el cambio climático" Por otro lado, ha subrayado que tras los años que vivieron con la banda terrorista ETA, "cada uno puede defender lo que quiera siempre que no sea a través de la violencia", aunque también ha resaltado que ahora, "otros piensan y quieren algunas cosas imposible de concederse porque no se ajusta a la ley". Con respecto al acto, el expresidente ha ofrecido una conferencia titulada 'Constitución de 1978: Exigencias y Renuncias' a los alumnos de cuarto curso de Secundaria del IES 'Fuente Roniel' de Fuente del Maestre (Badajoz), quien ha estado acompañado por la delegada del Gobierno, Cristina Herrera, y la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña, entre otros. "Desde que acabó la guerra hasta el inicio de la Constitución han pasado 39 años, y ahora, en el 2017, han pasado otros 39, por lo que tengo la sensación que cada este periodo de tiempo a los españoles nos da por pelearnos entre nosotros", ha subrayado Ibarra en su discurso. Sobre la durabilidad de la Constitución de 1978, ha indicado que ha sido tan longeva porque cuando murió el dictador Francisco Franco, "los españoles estaban convencidos de que había que hacer algo que nos permitiese vivir juntos durante una etapa larga de tiempo sin tener que estar haciendo proyectos constitucionales o políticas que estuvieras en contra de unos y otros bandos". "Había dos Españas, los que ganaron la guerra y los que la perdieron, por un lado estaban los inmovilistas o conservadores de mantener la dictadura franquista a través del rey, y por otro lado estaban los reformistas o rupturistas, que queríamos romper con el pasado y volver a una república", ha recordado el que fuese el líder del Ejecutivo en la región. Según Ibarra, tenían que ponerse de acuerdo los que ganaron la guerra y los que la perdieron, los cuales estaban en la cárcel o en el exilio, "una tarea difícil y muy complicada en un momento clave para la historia de España". Dicho acuerdo, según ha señalado, permitió una serie de exigencias y renuncias, donde los conservadores aceptaron la democracia si escribían el futuro y se olvidaban el pasado, o la izquierda, que exigían una democracia, libertad sindical o amnistía política, si renunciaban a la república. También ha agregado que había un tercero en discordia, los nacionalistas vascos y catalanes, que exigieron que se descentralizara el poder y que se reconociera sus idiomas y su culturas en post de "renunciar" a la independencia y "en favor" de la autonomía. "Algunos indican que exigimos poco porque teníamos poca fuerza, y es verdad, aunque la mejor solución era a la que llegamos", ha valorado Ibarra, debido a que, según sus palabras, "un paso más hubiese significado la no aceptación de la Constitución por parte de la derecha y viceversa y por ello se llegó al sitio justo que quisieron los españoles y que se votó en un referéndum". Para el expresidente, hay dos elementos que definen a la democracia actual en España, por un lado la voz, la parte "intermitente" de la democracia que emiten los ciudadanos cada cuatro años a través del voto, y por otro lado, "el ojo", que es el parlamento, "el sitio donde se controla, se vigila o se hacen leyes". En estos momentos, según ha opinado, "la voz es intermitente y el ojo se está quedando ciego", donde además, ha criticado que en el parlamento "no" se debate sino que es un sitio donde se vota a favor o en contra y donde apenas llegan a acuerdos. "En 1978 llegaron a un acuerdo los que ganaron y perdieron la guerra, ahora, que debería haber más afinidad, parece difícil con la dinámica del me gusta o no me gusta los discursos", ha lamentado. Por ello, ha aseverado que el Parlamento "no" funciona, donde además, ha asegurado que ellos hicieron posible una de las reglas de la Constitución, "el debatir y el estar conforme, aunque la decisión sea contraria o favorable a tus ideas, con el objetivo de tener un espacio habitable por todos". Finalmente, ha dicho que la democracia "no" sirve sólo para decidir o hablar cada cuatros años sino que los ciudadanos deberían usar las redes sociales, "no para saber qué come o a la hora que se levanta sino para hablar al gobierno y exigir con el fin de no tener una democracia casi ciega y sí una permanente y renovada", ha concluido.