MÉRIDA, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Guardia Civil del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Cáceres han procedido a la investigación de un vecino de Barrado (Cáceres) como supuesto autor de delitos contra el patrimonio histórico o cultural y daños por el envenenamiento de un roble de grandes dimensiones, catalogado como árbol singular por la Junta de Extremadura y denominado "Roble Grande de La Solana", sito en la misma localidad.
La investigación se inició el 3 de mayo del pasado año 2016, cuando la Guardia Civil tiene conocimiento de que el citado árbol, que por sus dimensiones y belleza era muy conocido y visitado, había sido envenenado mediante el vertido de algún producto en varios cortes realizados en la base del tronco.
Los agentes iniciaron las correspondientes investigaciones, no solo de este árbol, sino de otro de características similares, situado en el mismo término municipal y para el que se iba a solicitar su declaración como árbol singular, y que también había sido envenenado por el mismo procedimiento.
Tras realizar un primer examen a ambos árboles, se pudo determinar que sobre la base de los mismos, en las raíces primarias, se habían realizado numerosos cortes con una pequeña motosierra, con características similares en los dos, pudieron afirmar que por la anchura y profundidad de los cortes la herramienta utilizada fue la misma.
Después de varias entrevistas y declaraciones de varios testigos, todos los indicios apuntaron a un vecino de la misma localidad y propietario de los terrenos donde se encontraba el roble para el que se había solicitado su declaración de árbol singular, y cuyo móvil sería frenar la llegada de turistas e incrementar su explotación de cerezos.
La Guardia Civil inspeccionó diversos terrenos de su propiedad, observando en algunos de ellos, que todos los robles situados en su perímetro se encontraban secos.
Siguiendo con la investigación, la Guardia Civil localiza en cinco propiedades del sospechoso gran cantidad de especies arbóreas secas, en su mayoría robles, y que habían sido secados mediante el mismo procedimiento que los dos robles singulares.
Por todo ello, la Guardia Civil procede a su investigación, como supuesto autor de delitos contra el patrimonio histórico o cultural y otro delito de daños, según ha informado en una nota de prensa.
La Guardia Civil ha destacado la colaboración ciudadana así como la coordinación con la Junta de Extremadura y la Fiscalía de Medio Ambiente durante la investigación.