MÉRIDA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Valencia de Alcántara (Cáceres) han investigado a un hombre, vecino de Carbajo (Cáceres), como supuesto autor de dos delitos relativos a la protección de la flora y fauna y animales domésticos, después de que fueran hallados en una finca de su propiedad los cadáveres de un perro y dos zorros, así como varios cepos metálicos montados y dispuestos para la captura de animales.
La investigación se inició el pasado mes de octubre, cuando agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Valencia de Alcántara (Cáceres) hallaron en el interior de una pequeña finca en el extrarradio de la localidad de Carbajo un perro muerto alojado en el interior de un zarzal.
Al ser rescatado y efectuar la lectura del microchip, se pudo comprobar que días antes se había denunciado su desaparición por pérdida o extravío.
El animal, que se encontraba en estado de descomposición, conservaba aún su estructura básica siendo muy notable la apreciación que "in situ" se realizó sobre una de las extremidades posteriores que aparentaba la sección de una pata, compatible con el agarre de los denominados cepos metálicos.
A escasos metros del hallazgo, se encontraron tres cepos metálicos montados y dispuestos para captura, hallando en un zarzal contiguo otro cadáver de animal, en este caso un zorro, informa en nota de prensa la Guardia Civil.
Los cadáveres de los animales fueron trasladados al Centro de Recuperación de la Fauna "Los Hornos" de Sierra de Fuentes (Cáceres), donde el Informe Veterinario de la Necropsia arrojó como resultado respecto del perro que presentaba seccionamiento de una extremidad, habiendo podido morir por el fuerte golpe que presentaba en la zona lumbar que le produjo la fractura de tres vértebras y un acusado hematoma y hemorragia subcutánea.
Los agentes del Seprona continúan con la investigación abierta, ya que se volvió a inspeccionar el lugar ante las sospechas de utilización de sustancias tóxicas, tras lo cual se halló un nuevo cadáver de zorro y un bote conteniendo sustancias, que ha sido remitido para su análisis toxicológico, después de que fuera detectado por un perro detector de venenos del servicio cinológico de la Junta de Extremadura, que participó en el dispositivo.
Por todas estas circunstancias, el propietario de la finca donde se han producido los hechos ha sido investigado como supuesto autor de un delito de maltrato animal por la muerte del perro y de un delito contra la fauna por la muerte de los dos zorros, utilizando medios no selectivos de captura (cepos metálicos).
Las diligencias policiales han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Valencia de Alcántara (Cáceres).