El nuevo centro de los Hermanos de la Cruz Blanca de Cáceres será mixto y las obras podrían empezar este año

CÁCERES 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

El nuevo centro que los Hermanos de la Cruz Blanca de Cáceres van a abrir en el antiguo edificio de la Consejería de Sanidad, situado en la calle Reyes Huertas, será mixto para acoger a chicos y chicas con discapacidad psíquica y, además, aumentará las plazas hasta 50, una veintena más del aforo de la actual sede situada en el casco histórico.

Las obras podrían comenzar a finales de este año pero el traslado de la casa de acogida no tiene fecha porque el proyecto es costoso y podría alcanzar los tres millones de euros, una cantidad de la que todavía no dispone la congregación.

No obstante, el diseño de la reforma del actual edificio y los planos de construcción de uno nuevo anexo al que ya existe están ya ultimados, a la espera de que la congregación apruebe el presupuesto final, "lo más ajustado posible para que no haya desvíos", y puedan comenzar las obras tras el visado del proyecto y los preceptivos permisos.

Así lo ha indicado el padre Braulio, superior director de la Casa de los Hermanos de la Cruz Blanca en la capital cacereña, que ha recibido este lunes un cheque de 24.000 euros donados de forma "extraordinaria" por la Fundación Valhondo-Calaff, que se destinarán a la compra de una nueva furgoneta adaptada para poder trasladar a los 31 residentes actuales, muchos de los cuales están en silla de ruedas.

En cuanto al proyecto de la nueva casa de acogida, que se abrirá en el citado inmueble cedido por la Junta de Extremadura en la anterior legislatura, el padre Braulio ha explicado que los planos ya están hechos y que ahora se procederá a realizar una cata geológica del terreno para poder construir un edificio anexo donde irá la cocina, despensa, comedor, lavandería y las viviendas de los hermanos que atienden a los muchachos. El proyecto también incluye una zona ajardinada para que los chicos puedan salir a pasear y a disfrutar del aire libre.

FINANCIACIÓN DEL PROYECTO

Con todos estos mimbres, los presupuestos podrían estar aprobados este mismo mes con el visto bueno de la curia de la congregación y las obras podrían comenzar "a mediados o finales de año", indicó el director, que añadió que la financiación del proyecto se hará a través del IRPF que corresponde a la congregación y con donaciones privadas de los cacereños "que siempre se han portado muy bien con los Hermanos de la Cruz Blanca", apuntó.

Cabe recordar que la casa de acogida actual, situada en un antiguo caserón de la calle Mangas en pleno casco histórico de la capital cacereña, cuenta con numerosas barreras arquitectónicas que no cumplen la normativa de accesibilidad y que dificultan la movilidad de los internos. Al tratarse de un edificio protegido no se pueden realizar muchas adaptaciones, aunque sí se han hecho algunas obras como la mejora de los dormitorios o los baños, según ha explicado el padre Braulio.

El edificio, que se adecuó hace 25 años con un coste de 100 millones de las antiguas pesetas, pertenece a una fundación que preside el Obispado de Coria-Cáceres y tampoco se ha decidido qué se hará con él cuando la congregación se traslade a las nuevas dependencias de la calle Reyes Huertas. "A saber cuánto tiempo nos queda todavía aquí", se lamenta el director de la casa de acogida.

En la entrega del cheque de los 24.000 euros para comprar la nueva furgoneta ha estado la presidenta de la Diputación de Cáceres, Rosario Cordero, y la concejala de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Cáceres, Marisa Caldera, en representación de las instituciones que forman parte del patronato de la Fundación Valhondo-Calaff.

Como presidenta ha ejercido la subdelegada del Gobierno en Cáceres, Jerónima Sayagués, quien ha apelado a la "solidaridad" de todos los cacereños porque la congregación de los Hermanos de la Cruz Blanca "necesita tapar muchos agujeros", ha recordado. Sayagués explicó que esta donación se ha hecho de manera "especial" y "extraordinaria" con el visto bueno de todos los patronos de la fundación que han querido ayudar a la congregación con su labor social.