OLIVENZA (BADAJOZ), 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La ciudad de Olivenza (Badajoz) conmemora el próximo 23 de enero el 69 aniversario del "milagro" de la multiplicación del arroz que se produjo en la Casa de Nazaret del Instituto San José, actualmente la Casa Parroquial, y que es el único hecho de este tipo reconocido por la Iglesia Católica al margen de la multiplicación de los panes y los peces narrada en la Biblia.
El "milagro", que ocurrió el domingo 23 de enero de 1949 en la cocina de la citada institución benéfica, supuso que durante más de cuatro horas brotó arroz de una olla para que muchas familias pudieran comer, todo ello tras encomendarse la cocinera Leandra Rebollo Vázquez al entonces beato Juan Macías.
Así lo ha explicado Francisco González, uno de los vecinos de la localidad que fue testigo directo de este hecho y que, según ha afirmado, este "milagro" fue "con motivo de dar de comer a los pobres" ya que se produjo en los "años de la posguerra" y entonces había "mucha hambre".
Según ha relatado González, en declaraciones a Europa Press Televisión, el entonces párroco del municipio, don Luis Zambrano, "era muy caritativo" y cuando llegó a Olivenza se dedicó a los pobres; "daba de comer todos los días a cincuenta o sesenta niños que no tenían para comer" y también les enseñaba "nociones de cultura general", ha subrayado.
Además, el párroco también constató que "había muchas familias que no comían al día", algo que "le sentó a él muy mal" y le dio "mucha pena", ha apuntado Francisco González. Por ello, el sacerdote "visitó a la gente más pudiente de Olivenza" para que éstos donasen comida para alimentar a dichas familias "por lo menos" los domingos, ha dicho.
DÍA DEL MILAGRO
Sin embargo, tal y como ha relatado González, el domingo 23 de enero de 1949, la familia a la que le tocaba llevar los alimentos para los más necesitados a la Casa de Nazaret "no" llevó la comida, "no sé por qué motivo, no trajeron comida", ha indicado.
Por este motivo, la madre del párroco y Leandra Rebollo, la cocinera de la institución, decidieron cocinar "unos puñados de arroz", que es lo que había en la casa, "en una olla pequeñita y por lo menos para una familia" había para comer, ha detallado González.
Así, la cocinera "invocó a (San) Juan Macías" y dijo "Ay beato, y los pobres sin comida" y acto seguido echó el arroz y se fue a hacer otras labores. Cuando volvió, tal y como ha destacado Francisco González, "vio que la olla pequeña estaba hasta los bordes casi saliéndose el arroz".
Por tanto, cambiaron el arroz a otra cazuela más grande, pero "seguía subiendo" por lo que llamaron al párroco "porque veían que era una cosa que era ya un prodigio", ha resaltado.
"El párroco vino, esto era la una (del mediodía), y cogió el cazo y empezó a coger arroz de la olla pequeña para llenar ollas de quince o dieciséis litros delante de toda la gente que quiso; yo fui uno de ellos, tuve el privilegio", ha manifestado.
Este "milagro" duró cuatro horas, desde las 13,00 hasta las 17,00 horas, momento en el que el sacerdote "preguntó si habían comido todas las personas" y, como así era, retiraron la olla, es decir, que "no fue que el arroz se terminara en un determinado momento" sino que acabó cuando el cura decidió quitar la cazuela, ha detallado González.
"Yo probé el arroz, estaba muy bueno, además, el arroz salía condimentado, o sea, no hubo que echar agua, ni más ajos, ni sal ni nada", ha puesto en valor este oliventino que, según ha señalado, en el momento del hecho "iba a hacer los 18 años" y estuvo en la Casa de Nazaret durante todo el tiempo que duró el "milagro".
"Yo venía a darle de comer a los niños que tenía el párroco y pude presenciar como el arroz salía del fondo de la olla medio crudo, medio cocido", ha subrayado toda vez que ha añadido que con aquella edad "veía aquello pero no me daba exactamente bien cuenta de lo que estaba viendo; a medida que han pasado los años me he dado cuenta".
INVESTIGACIÓN
Tras lo ocurrido, la Iglesia Católica llevó a cabo una investigación, analizó el arroz en Valencia para "comprobar que era natural" y seleccionaron a algunos testigos, entre ellos a Francisco González, para "testificar en el obispado" y "se formó un tribunal", ha explicado el propio testigo.
Con motivo de este "milagro", el entonces beato Juan Macías fue canonizado muchos años después y reconocido el hecho por la Iglesia Católica.
Por su parte, el alcalde de Olivenza, Manuel José González, ha resaltado que "todavía no somos conscientes" de lo que supone para el municipio "el potencial que puede tener este hecho". "Es algo importante, el único milagro de multiplicación de alimentos reconocido por la Iglesia, además de los panes y los peces", ha enfatizado.
Así, ha incidido en que "es un hecho importante" que tienen que "dar a conocer" porque "puede ser incluso que haya gente que no lo conoce", tanto de Olivenza como de otros lugares de Extremadura, España y el resto del mundo.
"Tenemos que darlo a conocer, además se conservan elementos de aquel momento, y también dar la oportunidad a la gente que pueda visitar el sitio y conocer lo ocurrido", ha concluido.