MADRID/MÉRIDA, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los municipios rurales de Extremadura han perdido un 9,6 por ciento de población entre los años 1996 y 2020, según se desprende de un informe del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol). Extremadura es, junto a Asturias, Castilla y León, Galicia y Castilla-La Mancha las regiones que han perdido población de forma muy intensa en este período.
Mientras que la población entre municipios pequeños y rurales creció un 9,6 por ciento de media en toda España entre 1996 y 2020, las poblaciones rurales de Asturias han decrecido un 26,9 por ciento; las de Castilla y León, un 19,7 por ciento; las de Galicia, un 16,9 por ciento; las de Extremadura, un 9,6 por ciento y las de Castilla-La Mancha, un 2 por ciento.
Esto contrasta con el crecimiento de los municipios rurales pertenecientes a las Islas Canarias (55,5 por ciento), Madrid (45,1), Baleares (41), Murcia (34,1), Cataluña (31), Comunidad Valenciana (19,3), Andalucía (11,2), Navarra (10,2), La Rioja (8,1), País Vasco (5,7), Cantabria (1,7) y Aragón (1,1 por ciento).
Según este informe, la pérdida de población de los municipios rurales impacta negativamente en el crecimiento de las localidades medianas o capitales de comarca, ya que "tienden a funcionar como proveedores de muchos servicios públicos y privados para los territorios rurales".
"Por tanto, una caída de población rural en regiones como Galicia, Castilla y León o Asturias, entre otros, hunde la demanda de los servicios de los municipios pequeños y medianos, alimentando las pérdidas de población futuras de la región", analiza el informe de EsadeEcPol.
SE DESPLAZA AL LITORAL MEDITERRÁNEO Y A LAS GRANDES CIUDADES
En este contexto, el informe determina que la población española ha tendido en los últimos 25 años a concentrarse en el litoral mediterráneo y en las islas, en torno a las capitales de provincia y grandes ciudades españolas y en los ejes principales de comunicación.
No obstante, diferenciando por áreas geográficas, se determina que, en el caso concreto de Castilla y León, aunque la mayoría de sus municipios pierden entre el 25 por ciento y el 50 por ciento de su población, los que colindan con capitales de provincia ganan sustancialmente.
Así, los municipios que se sitúan cerca de la frontera con Madrid, especialmente en las provincias de Guadalajara, Toledo y Ávila han ganado población en las últimas dos décadas, en muchos casos experimentando un crecimiento superior al 50 por ciento.
Según el informe, estas tendencias confirman la heterogeneidad en los procesos de despoblación de una misma comunidad, o incluso provincia: "los municipios pequeños cerca de ciudades medianas o en la periferia de grandes ciudades son capaces de experimentar un nivel elevado de crecimiento".
LA PANDEMIA
Este informe también ha analizado los flujos de población durante estos años del coronavirus, determinando que la pandemia frenó buena parte del éxodo rural, mejorando el saldo poblacional de dichas zonas al menos durante el año 2020. Por la misma razón, se redujeron los flujos migratorios desde el extranjero hacia zonas rurales.
Sin embargo, estas variaciones de población, aunque positivas, seguramente sean temporales y, en el mejor de los casos, tendrán lugar en municipios cercanos a las grandes ciudades. "De ahí que no podamos pensar que la pandemia ha favorecido una vuelta hacia las zonas rurales", concluye el informe.
En cualquier caso, se apunta a que en Madrid, el número de madrileños que se mudaron a las provincias contiguas aumentó significativamente en 2020. También aumentó el número de capitalinos que pasó a residir en municipios pequeños dentro de la propia Comunidad de Madrid: casi 3.000 personas extra en 2020.