La red de centros de crisis 24 horas para víctimas sexuales de Extremadura se completa con la apertura del de Mérida

   MÉRIDA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Las mujeres y niñas a partir de 12 años víctimas de violencia sexual de las áreas de salud de Mérida y Don Benito-Villanueva cuentan desde este jueves con las instalaciones del Centro de Atención Integral 24 horas abierto en unas dependencias habilitadas para tal fin en el hospital de la capital extremeña.

   Se trata de un espacio con acceso directo desde la calle, cuya entrada será solo revelada a quienes demanden sus servicios a fin de preservar su confidencialidad y hayan contactado por los canales habilitado para tal fin.

   La secretaria general de Igualdad y Conciliación de la Junta de Extremadura, Ara Sánchez Vera, ha visitado las dependencias de este centro, cuyos profesionales han venido prestando atención desde el 31 de diciembre de 2024 de forma telemática y en otros espacios habilitados para tal fin cuando ha sido necesario.

   El de Mérida es el más amplio de los cuatro abiertos en Extremadura, en las localidades de Badajoz, Cáceres y Plasencia, y ha sido también el que desde la puesta en marcha de este nuevo recurso ha atendido a más mujeres en la comunidad.

   En concreto, según los datos facilitados por Sánchez a los medios de comunicación, los cuatro centros han atendido en total a 47 mujeres, niñas o personas de su entorno, y se han realizado 103 intervenciones psicológicas, jurídicas o sociales.

   Asimismo, se han activado en siete ocasiones de forma urgente los centros de crisis, de modo que el centro que en más ocasiones lo ha hecho ha sido el de Mérida, con cuatro, por dos de Cáceres y uno Badajoz. Igualmente, centro de crisis que más atenciones ha tenido también de los cuatro ha sido el de Mérida, con 15 mujeres, 14 Badajoz, 12 Cáceres y 6 Plasencia.

   El espacio de Mérida tiene 249 metros cuadrados y está diseñado de forma que tiene una zona de despacho donde se realizan las intervenciones psicológicas y jurídico-social para atender a las mujeres y a las niñas a partir de 12 años que hayan podido sufrir violencia sexual.

   También tiene una zona de una sala multiusos para realizar labores de formación de sensibilización a la población y a los profesionales y al mismo tiempo también tiene una zona que es un recurso habitacional un espacio de acogida de corta estancia con una zona de cocina y de office donde podrán alojarse en caso de necesitarlo las víctimas del área de salud de Don Benito-Villanueva y de Mérida.

   "Aquí las mujeres están protegidas", ha remarcado la secretaria general de Igualdad, en referencia al sistema también de vigilancia y de control por parte del centro, de modo que "el público no tiene un acceso directo al centro de crisis", puesto que "todo se gestiona a través de los números de teléfonos y los mecanismos diseñados para poder contactar con los centros de crisis" y solamente se revela la ubicación exacta del recurso a la mujer o la persona de su entorno familiar que haya efectuado la llamada y que requiera ser atendida.

   Son asimismo un espacio donde "prima la humanidad, donde las víctimas se sientan seguras, donde se les pueda ayudar en ese camino a su recuperación integral a minimizar el impacto que la violencia sexual haya podido tener en su vida" y, sobre todo, ha enfatizado, donde se "garantiza la seguridad, la intimidad y la confidencialidad".

UN ESPACIO DONDE RECUPERAR VIDAS

   En declaraciones a los medios, se ha mostrado emocionada al recordar su carrera profesional en la justicia en la que "lamentablemente" ha tenido que "acoger y atender a muchas víctimas de violencia sexual", que es "uno de los peores delitos que se puede cometer el ser humano y donde las mujeres o las víctimas se sienten más vulnerables porque se ha atacado lo más íntimo de su vida y de su ser".

   Por ello, considera que estos centros son un "recurso de vital importancia" para "ayudar a las víctimas a recuperar su vida". Para ello, ha de ser una atención que se tiene que dispensar de forma "cercana, empática, asertiva, sin juzgar, comprendiendo la situación en la que se puede encontrar la mujer, que puede tener miedo, puede sentir vergüenza la mayoría de las veces".

   También ha remarcado que en la "mayoría" de las ocasiones se encuentran con mujeres que "no saben qué hacer, ni cómo reconducir su vida", en el sentido de denunciar o no hacerlo, ya que en numerosas ocasiones "los agresores forman parte de su entorno más cercano" y, por lo tanto, deben adoptar decisiones "muy importantes".

   En consecuencia, todos los profesionales que entren en contacto con mujeres que han sufrido violencia sexual deben ser "pulcros, cuidadosos y, sobre todo, muy humanos para poder ayudarlas a recuperar una vida plena", minimizando "en la medida de lo posible, ese dolor, ese sufrimiento y ese daño que han sufrido".