Vara alerta de que el cambio climático "no es una broma" y anima a combatirlo "con leyes, pero también con actitudes"

   CÁCERES, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha alertado este lunes de que el cambio climático en la actualidad "no es una broma", sino que "una realidad", tras lo que ha destacado que cambiarlo "está en nuestras manos", y debe hacerse "con leyes, pero también con actitudes".

   Fernández Vara se ha pronunciado de esta forma al hilo del incendio que permanece estos días activo en Portugal, y al que la Junta de Extremadura enviará medios humanos y terrestres del Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Extremadura (Infoex), que se integrarán en las labores de extinción y apoyo de este incendio forestal.

   Unos recursos humanos y materiales que este jueves parten hacia Portugal "para ayudar, para estar con ellos, como ellos estuvieron con nosotros cuando tanto lo necesitamos, en la Sierra de Gata, que tanto bien nos hicieron", ha explicado Fernández Vara durante su intervención este miércoles en la entrega de premios de El Periódico Extremadura que se ha celebrado en Cáceres.

   En su intervención, Fernández Vara ha señalado que el cambio climático "es una realidad que estamos viviendo, por mucho que nos empeñemos en decir que es normal lo que está pasando, ya no es normal", ha dicho.

   "El aumento de la temperatura yo creo que es una clara señal de que algo no estamos haciendo bien, y por mucho que nos empeñemos en querer mirar hacia otro lado, al final la realidad es muy tozuda", de tal forma que, según ha alertado, o se "cambian las cosas, o esto no ha hecho nada más que empezar: los incendios, las inundaciones, todo lo que hay detrás del cambio climático está en nuestras manos el poderlo cambiar".

   Algo que "se cambia con leyes, pero también con actitudes", ya que si no hacemos nada, probablemente este siglo XXI sea un antes y un después en la historia de nuestro planeta", ha alertado Fernández Vara, quien ha destacado la necesidad de dejar a las futuras generaciones "un mundo en el que poder vivir".

   Y es que "puede que estemos desarrollando una verdadera revolución tecnológica", pero que dentro de 30, 40 ó 50 años, "si no hacemos nada, estemos en un periodo de desertización que complique de manera muy notable la vida de los que vienen detrás".

   Por todo ello, ha instado a tomarse "un poquito más en serio lo que representa la lucha contra el cambio climático", a pesar de que "haya al frente del Gobierno de Estados Unidos alguien a quien estas cosas mundanas no le preocupan".