SANTIAGO DE COMPOSTELA 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Varias empresas, asociaciones y centros de investigación han lanzado un proyecto con el que buscan producir más variedades de semillas de maíz destinadas tanto a la alimentación humana como animal.
El proyecto, que tiene como titulo 'Maíz para alimentación humana y animal', ha sido presentado este jueves en una rueda de prensa en la sede de Unións Agrarias en Santiago.
"Vamos a abordar un tema muy importante, porque una de las grandes carencias que tiene el sector agrario y ganadero de Galicia es la producción de forraje y de alimentos, tanto para el consumo animal como para el consumo humano", ha detallado el representante de la Asociación de Desenvolvemento Rural Ódega, Jacobo Feijoo.
En este sentido, ha cifrado que el déficit de esta especie de planta gramínea se sitúa en los tres millones de toneladas que, anualmente, tienen que se importadas.
Para resolver esa "dependencia" y poder producir en Galicia los alimentos tienen dos vías: aumentar la base territorial, poniendo más superficie de cultivo, y aumentar los rendimientos de las variedades que hay actualmente.
De esta forma, el proyecto lo que busca es, según han puntualizado, colaborar en "producir más con menos". "Producir más alimentos con la superficie que tenemos y con menos necesidades de insumos", ha detallado Jacobo Feijoo.
Por su parte, la jefa del grupo Genética y Mejora de Maíz de la Misión Biológica de Galicia (MBG CSIC), Rosa Ana Malvar, ha señalado que en Galicia hay un problema y es que "se puede producir más pero no lo hacen".
Además, ha continuado Malvar, el otro inconveniente es que la semilla que se obtiene "no está perfectamente adaptada" a las condiciones de Galicia.
Por ello, mediante variedades tradicionales y otras desarrolladas por los expertos participantes en este proyecto, intentarán que sus tipos puedan llegar al sector.
En la rueda de prensa también han participado el director técnico de Sementares S.L, Fernando Almeida, el investigador del Csic Pedro Revilla y la investigadora del Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM), Laura Campo.