SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Abogacía del Estado, que representa a Adif en el juicio por el accidente del tren Alvia, ha renunciado a dos de los testigos que había propuesto para la jornada de este martes, de modo que el proceso se retoma este miércoles.
En la que ha sido la décima jornada del juicio, de las más breves por el momento, ha comparecido en calidad de testigo un inspector de seguridad que realizó viajes de acompañamiento en la línea Ourense-Santiago, en la que descarriló el tren, ocasionando 80 muertes y dejando a más de 145 personas heridas.
Estaba inicialmente convocado otro inspector de seguridad de Adif, pero la abogada del estado renunció a él y su compañero mencionó en su intervención que se encuentra a tratamiento médico. Mientras, quien era su jefe por entonces ya ha fallecido. Y es que el siniestro ocurrió hace ya más de nueve años, en julio de 2013.
También ha renunciado la letrada que representa a Adif al testimonio de un agente de la Policía Nacional. Así las cosas, está previsto que el juicio arranque de nuevo este miércoles a las 9,30 horas, con las declaraciones de María Rosa Sanz Cerezo, en su momento secretaria del consejo de administración de Adif, y José Luis Rodríguez Villarino y Ángel Lluch Perales, ambos cargos de Renfe que recibieron el correo con el aviso de un jefe de maquinistas sobre la peligrosidad de la curva.
Mientras, Sanz Cerezo certificó que las competencias sobre medidas de seguridad se hallaban delegadas en el director de Seguridad en la Circulación de Adif. En concreto, recaía sobre este director la competencia para aprobar circulares e instrucciones, según su certificado.
El jueves 17 seguirá abordándose el correo electrónico enviado por el jefe de maquinistas José Ramón Iglesias Mazaira, ya que declararán el que era gerente de Producción de Viajeros de Renfe Rafael Sardón Tejedor, que también lo recibió, y Nicolás Izquierdo Navidad, jefe de Producción de Viajeros.
Por último, está convocado el formador de maquinistas Manuel González Sánchez, al que también llegó el correo con el que Iglesias Mazaira alertaba de una señalización deficiente.