Actualizado: lunes, 6 noviembre 2017 17:14

La Fiscalía ve "elementos suficientes" para sostener que el procesado golpeó a su esposa en la espalda mientras preparaba la cena

   PONTEVEDRA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

   El vecino de la parroquia de Tameiga en el ayuntamiento pontevedrés de Mos Florencio A.C., acusado de matar a golpes en la vivienda familiar a su mujer, ha defendido este lunes su inocencia en el juicio con jurado que se celebra en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra, al asegurar que la encontró muerta al llegar a casa.

   El hombre, de 71 años de edad, ha asegurado que el día del crimen, el 29 de diciembre de 2015, llegó a su casa tras haber estado en el bar de enfrente y se la encontró "tirada en al suelo".

   El acusado tan sólo quiso responder a las preguntas de su abogada defensora y explicó que al ver a su mujer inconsciente, sin tocarla, tras comprobar que se encontraba solo en casa, cogió el coche y fue al cuartel de la Guardia Civil de Mos.

   Según ha sostenido, no llamó al 112 ni a los servicios médicos porque "en ese momento" se quedó "bloqueado". "Y solo pensé en ir a la Guardia Civil", ha dicho, ya que fueron los propios agentes los que llamaron a la ambulancia.

"ELEMENTOS SUFICIENTES"

   La fiscal de la causa, Patricia Andreu, considera que hay "elementos suficientes" para sostener que Florencio A. entró esa noche en la casa familiar tras haber estado toda la tarde en un furancho y un bar y golpeó a su esposa en la espalda mientras preparaba la cena en la cocina.

   Según el relato del Ministerio Público, ella cayó al suelo y "siguió golpeándola repetida e insistentemente", dándole "al menos tres golpes en la cabeza", todo "sin que Marina pudiese defenderse ni tampoco pedir ayuda".

   Frente a esta acusación, la defensa del acusado mantiene que no existe "ningún vestigio, ni siquiera un indicio ni mucho menos prueba concluyente" de que el autor del brutal crimen fuese su cliente y alega también que durante la instrucción de esta causa se produjo una "vulneración de sus derechos fundamentales".

   El hijo mayor del acusado y la víctima, de 47 años y que vivía con ellos, no quiso declarar en el juicio y el menor, de 42 y que apenas tenía relación con sus padres, no pudo aportar datos sobre el día del crimen.

   La Fiscalía y la acusación popular, que ejerce la Xunta de Galicia, consideran que Florencio A. es autor de un delito de asesinato por el que piden una pena de 22 años de prisión y la prohibición de residir en el domicilio del crimen y en el municipio de Mos durante los 27 años siguientes, así como indemnizaciones por un total de 75.000 euros.

   El hombre ingresó en prisión preventiva el 31 de diciembre de 2015, dos días después del crimen, pero se encuentra en libertad desde febrero de 2017.

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