La medida "no tendrán ningún efecto sobre la ciudadanía", pero se llama a un uso responsable y se activarán medidas de ahorro en municipios
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de media Galicia se verá afectada por la alerta por sequía debido a la caída de las precipitaciones que padecen las demarcaciones de Miño-Sil y Galicia-Costa.
En concreto, se decreta la alerta en toda la demarcación Miño-Sil, que abarca desde León hasta la desembocadura del Miño, mientras que el próximo viernes se hará lo propio en seis zonas de Galicia Costa de las provincias de A Coruña y Pontevedra. Galicia estaba en prealerta desde enero.
En rueda de prensa en Ourense, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín, destaca que en esta demarcación la "peor" situación se encuentra en el Sil superior --en la zona del Bierzo--, así como en el río Cabe --que pasa por Monforte-- y el Limia.
Al respecto, Francisco Marín subraya que es el "año más seco de la historia", con lluvias un 40% "por debajo de la media". Aquí, el agua embalsada se encuentra en el 44,5%, 13 puntos por debajo de la media histórica del 57% --el año pasado estaba en el 61%--.
Por su parte, los seis sistemas afectados de los 19 existentes en Galicia-Costa son las cuencas de: los ríos Verdugo, Lagares y Baíña; ríos de Oia y O Rosal, que vierten a la costa atlántica; río Castro; río Xallas y Cee; río Mero y otros que desembocan en la ría de A Coruña; así como los ríos Mendo y Mandeo y los que desembocan a la ría de Betanzos.
De ello ha informado este lunes el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, quien explica que estas seis zonas son "las que llevan más meses alejadas de la normalidad" y "presentan un déficit de caudal todas ellas por debajo del 50%".
"NINGÚN EFECTO SOBRE LA CIUDADANÍA"
Con todo, el responsable de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, deja claro que el uso prioritario de abastecimiento de la población "sigue garantizado" y esta declaración "no tendrá ningún efecto inmediato sobre la ciudadanía".
Eso sí, ha subrayado la "necesidad" de "hacer un uso razonable del agua" en Galicia ante esta situación, al tiempo que se buscará que el caudal de los ríos no tenga un efecto negativo en los ecosistemas medioambientales. También se pueden variar las normas de explotación de los embalses de ser necesario.
En esta línea coincide el responsable de la Confederación de Miño-Sil, Francisco Marín, quien resalta que el agua de abastecimiento "está garantizada" y que "hoy es igual que ayer".
Marín llama a los ciudadanos a que: "sean conscientes que estamos en Galicia en lo nunca visto". Por eso, pide un "uso responsable" para, en la medida de los posible, "no lavar coches" y "no regar fincas".
SITUACIÓN EN MIÑO-SIL
La oficina técnica de la sequía declara la alerta por sequía en la demarcación hidrográfica del Miño-Sil ante una situación en la que ríos como el Limia está un 60% por debajo de sus valores normales.
Aquí hay diferencias en función de la zona, ríos como el Lor tienen reducciones acusadas, pues se encuentra en un 69% menos; mientras el Miño a su paso por Lugo está en un 59%; y, en cambio, la afectación en el Louro en Tui es solo de en un 10% menos. En Terra Chá la media es "ligeramente mejor", con un caudal de ríos de entre 40-50 centímetros por debajo de valores normales.
A renglón seguido, asegura que los caudales ecológicos "se van a mantener" por el momento, ya que para proteger el agua embalsada se pueden reducir a la mitad en aquellos ríos que no estén en Red Natura, pero se no prevé llevarla a cabo.
Asegura que las únicas restricciones significativas en regadío no afectarán a Galicia, sino en el canal bajo del Bierzo, en donde se van a reducir a un tercio las dotaciones pedidas para este fin, con el objetivo de mantener el agua de los embalses para garantizar usos prioritario.
Sobre este extremo, explica que el agua del embalse de Vilasouto, que abastece el regadío en Terra de Lemos, está garantizado hasta final de año, y espera que en lo que queda de 2017 "haya alguna precipitación" para mejorar la situación.
Entre otras medidas, se va a "aumentar la vigilancia en concesiones" de usuarios de regadío en los ríos más afectados "para que no se malgaste".
Los ayuntamientos en la demarcación Miño-Sil extenderán medidas de ahorro para "reducir todo lo posible" el riego de jardines, baldeo de calles, reducción de la presión nocturna y eliminación de fugas.
La junta de gobierno de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil se reunirá el próximo 19 de octubre para dar cuenta de la situación y acordar medidas necesarias.
SITUACIÓN EN GALICIA-COSTA
En lo tocante a Galicia-Costa, Augas de Galicia --organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente-- hará efectiva el próximo viernes la alerta recomendada este lunes por la oficina técnica de la sequía en seis zonas.
Además de estas seis zonas, el director de Augas avisa de que "hay que prestar especial atención al sistema del río Lérez", que en los dos últimos meses está "en una pendiente de alejamiento de la normalidad", aunque "no tan persistente en el tiempo" como para declarar por ahora la alerta. También, la situación de los ríos Tambre y Ulla "no empeoran", pero afluyentes comienzan a tener complicaciones --como el río Furelos--.
A esto se une, que no se esperan lluvias reseñables hasta finales del mes de octubre, si bien se prevé que el trimestre sea "normal" en precipitaciones. Indica Rodríguez que la única vez que se había declarado la alerta por sequía fue en 2012.
Con esta declaración de sequía en seis zonas de Galicia-Costa, el consejo rector de Augas de Galicia --constituido por departamentos de la Xunta, ayuntamientos y usuarios a través de asociaciones-- pasará a partir de ahora a la gestión de estas cuencas y se reunirá el próximo viernes para hacer efectiva esa alerta. Así, se toma esta medida "para proteger el agua que hay".
Algunos de los cerca de 40 ayuntamientos por los que pasan ríos afectados en Galicia-Costa por la alerta de sequía son: A Coruña, Vigo, Nigrán, Redondela, Moaña, Cangas, Sada, Oleiros, Arteixo y Fisterra, entre otros.
De tal forma, esta declaración de alerta supondrá una toma de medidas como "la intensificación" de controles, que pasarán a ser semanales; mejora en la gestión de aguas superficiales y subterráneas, así como ahorros y limitaciones en grandes sistemas de abastecimiento.
Además, se incrementará la coordinación entre las administraciones implicadas --consellerías, Fegamp y confederaciones hidrográficas--, mientras la Xunta apoyará a ayuntamientos a través de asesoramiento para "reducir consumos no prioritarios".
Roberto Rodríguez explica que se agilizarán las autorizaciones de captaciones alternativas de agua que sean necesarias para paliar la sequía de los puntos habituales. Hasta la fecha, solo ha habido cinco solicitudes.
Si fuera necesario, también habría "evacuación" de fauna por riesgo de mortandad en ríos para mantener los ecosistemas, pero dice que "no hay noticia" de que esto se vaya a producir a corto plazo.