El inacabado proyecto aúna cinco textos literarios del escritor y las fotografías neoyorquinas del cartelista catalán Carles Fontser
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) acoge desde este jueves la exposición 'Carles Fontser e Camilo José Cela. Nueva York Amarga', que presenta una reconstrucción del que "hubiera sido uno de los libros más importantes" del autor gallego, como ha asegurado el patrono por la Xunta de Galicia de la Fundación Camilo José Cela y catedrático en la universidad de Barcelona, Adolfo Sotelo Vázquez.
Junto a él, han estado también el secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, y el director del CGAC, Santiago Olmo, para exponer los cinco textos que componen tres capítulos --de los 28 totales a los que Cela había puesto título en un índice-- a los que se adhieren una serie de fotografías enviadas por Fontser a Cela sobre la ciudad de Nueva York. La exhibición ha sido coordinada por el CGAC y la Fundación Camilo José Cela y se había aplazado en noviembre del año 2020 debido a la situación sanitaria.
"Lo que planteamos en esta exposición es reconstruir ese entramado y ese proyecto que quedó inconcluso", ha afirmado Santiago Olmo. De esta manera, en dicha exposición aparecen manuscritos, transcripciones de los textos realizadas por Adolfo Sotelo y fotografías de cada capítulo escogidas en su momento por Cela, además de otros materiales como documentos, libros y la extensa bibliografía de Carles Fontser, el que es definido por Olmo como "el personaje central de la exposición".
En este sentido, Sotelo Vázquez ha asegurado que los textos de Cela son "importantes" pero no "del valor de las fotografías de Fontser". De esta manera, el catedrático ha resaltado el "espléndido discurso de la imagen" del cartelista, que fotografió la ciudad de Nueva York a mediados de los años 60.
Por su parte, Anxo Lorenzo ha destacado el "legado fuera de serie" que ha dejado Camilo José Cela, un legado "documental, artístico, fotográfico" que buscan "poner de relevancia" a través de la muestra, así como el hecho de que el escritor "siempre quiso" que este legado permaneciera en Padrón, su ciudad natal. También ha querido agradecer "las facilidades puestas por la Fundación Fontser", que han cedido parte del material para la exposición.
Además, ha asegurado que el origen de la exposición data de 2016, en el centenario del nacimiento de José Cela y Carles Fontser --nacidos en el mismo año, 1916--. Es en este año 2016 en el que llega el fondo fotográfico al CGAC. Por otra parte, ha recordado que la próxima semana se celebran 30 años del nacimiento de la Fundación Camilo José Cela.
LA RELACIÓN ENTRE CELA Y FONTSER
La amistad de Cela y Fontser comienza en el año 1966, cuando "se conocen de forma casual en Nueva York" a través de un profesor de la universidad de Columbia, Gonzalo Sobejano, en su apartamento, como relata Sotelo Vázquez, momento en el que Cela "se queda fascinado" con Fontser.
Así, comienzan el trabajo, desarrollado entre 1966 y 1970, "detallado en el inicio por el índice de Cela". Fontser le envía las fotografías a Cela, con "comentarios de las fotos y todo tipo de indicaciones". Sin embargo, el escritor "no le sigue" a Fontser en cuanto a redacción y decide trabajar y publicar durante esos años en Nueva York la obra 'Oratorio de María Sabina'. A esto, se suman también las dificultades que atravesaba la editorial Alfaguara, gestionada por los hermanos del autor.
Uno de los puntos comunes de ambos autores es, según Sotelo Vázquez, "su independencia". En esta línea, Santiago Olmo destaca que Cela y Fontser tienen "muchísimas cosas en común, a parte de haber nacido en el mismo año". Una de ellas es que ambos fueron "enormemente críticos" y han sido dos personas "que han estado diciendo lo que realmente pensaban".
Así, el director del CGAC se ha referido a Fontser como "una persona incómoda para el nacionalismo oficial en Cataluña" a pesar de haber expresado abiertamente su independentismo y ha puesto como ejemplo de esto la denuncia del catalán de "exiliados de primera" --subvencionados por partidos-- y "exiliados de tercera, como el resto de la gente".
Otra aspecto coincidente entre ambos es "el amor a los libros", además de "su precisión para guardar todo". Por esta razón, se conserva hasta "un trozo de papel cortado con la dirección del profesor Sobejano".
LA EXPOSICIÓN
La muestra recoge, principalmente, las imágenes que Cela había escogido para cada uno de los 28 capítulos recogidos en el índice que daba inicio a la obra, "una selección bastante pensada" según Olmo.
La obra literaria de Cela tenía influencias del surrealismo, mientras que las fotografías de Fontser estaban "llenas de dramatismo y amargura" y presentan un "despliegue de lo que habría sido el libro".
En este sentido, el capítulo 15, titulado 'Los oficios humildes', presenta dos fotografías diferentes de un limpiabotas: en una de ellas se puede ver a una persona negra limpiando los zapatos de una persona blanca trajeada en la calle de Wall Street, en contraposición a la otra fotografía en que aparece también un limpiabotas pero en un barrio, de corte "mucho más costumbrista".
Por otra parte, el capítulo 25 'Negros, negros, negros, negros, negros...' es el que más fotografías presenta y todas ellas centradas en personas negras. Uno de los aspectos de Cela es su "preocupación e interés enorme por las minorías".
Además, a raíz de esta exposición ha habido "un proyecto de digitalización y conservación de todo el conjunto de fotografías", según ha declarado Santiago Olmo. También ha dado lugar a un proyecto por parte de la Fundación Camilo José Cela de digitalización del epistolario y los documentos que Fontser envió a Cela adjuntos a las fotografías.