La detonación, que se oyó a kilómetros, sacó de sus casas en plena madrugada a varios vecinos, pero no tendrán que ser realojados
LUGO, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los tres grupos con representación en el Ayuntamiento de Baralla (ocho concejales del PP, dos del BNG y uno del PSOE) han condenado por unanimidad el atentado registrado esta madrugada en la Casa Consistorial, en un pleno que tuvo que celebrarse en el centro sociocultural ubicado a escasos 50 metros, debido a que el artefacto explosivo provocó cuantiosos daños en el consistorio.
Los once ediles se trasladaron hasta el centro sociocultural, donde el alcalde, el popular Manuel González Capón, leyó un comunicado en el que, además de la condena del atentado, se anunció la intención de toda la corporación municipal de "ponerse a disposición de los vecinos" y donde se expresa toda su "solidaridad" con ellos.
Fuentes del Ayuntamiento de Baralla han asegurado a Europa Press que no es preciso realojar a ningún vecino, aunque están pendientes de una viuda que vive en un inmueble frente al edificio administrativo al que la onda expansiva reventó los cristales y es una persona de pocos recursos, con lo que no descartan que tenga que dormir esta noche en casa de unos familiares.
También la corporación está pendiente de los destrozos en una ferretería y en un bar, en los soportales donde se ubica el ayuntamiento. Dado que la explosión se llevó por delante las cristaleras, se estudia disponer de seguridad durante la noche para evitar el saqueo de ambos establecimientos.
TESTIMONIOS DE VECINOS
La explosión, que se escuchó en aldeas situadas a más de cuatro kilómetros de distancia, sacó de sus viviendas en plena madrugada a una veintena de vecinos, que se alarmaron por el estruendo. La vecina Paz Eirós relató a los medios de comunicación como tuvo el "pálpito" de que lo que acababa de oír, poco antes de las cinco de la mañana, había sido una explosión que enseguida ligó con un atentado terrorista.
Y es que no era la primera vez que vivía esa situación, puesto que fue testigo "de otro atentado", en Barcelona. "En el cuartel de Navas de Tolosa, ETA puso una bomba. Por eso me di cuenta enseguida. Esto es una bomba. Fue terrible se movió la casa, tenemos todas las casas agrietadas. Cayó el techo", describió.
Una veintena de personas salieron de sus casas al oír la detonación, "no solo de aquí, de alrededor de casas que hay por ahí alejadas, porque fue muy gordo el estruendo", explicó Paz Eirós.
Por su parte, en el número 50 de la Avenida de Evaristo Correa, al lado de la casa consistorial, vive un matrimonio que no pudo acceder por la mañana a su domicilio.
"Estábamos en Lugo, menos mal", explica el hombre, con el que rápidamente se puso en contacto, "a las cinco de la mañana, su prima, que regenta un negocio pegado al Consistorio de Baralla. "Me llamó la prima, que es la del bar que está destrozado y vinimos enseguida y ya vimos todo acordonado, los daños que había, con el ventanal aquel que estalló, saltó enterito", contó este vecino.
Esta pareja calcula que los efectos se extienden a "50 metros a la redonda" y la onda expansiva "donde más tocó" fue a en su casa y en el bar. "Menos mal que no hubo daños personales porque allí no dormía nadie, si no hubiera sido fatal", expone aún con nerviosismo.