MADRID 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La banca atrapada en Pescanova rechazará este miércoles la petición del nuevo presidente de la pesquera, Juan Manuel Urgoiti, de una quita del 75% y planteará convertir deuda en acciones para entrar en su capital y dar así continuidad a la compañía, informaron a Europa Press en fuentes financieras.
Frente a la postura de los bancos, Urgoiti ha avisado que tiene que haber quita de deuda "a la fuerza" para que la compañía, en concurso de acreedores, pueda salir adelante y ha indicado que él "está en la mejor disposición para tratar de salvar a la empresa".
Ambas partes se reunirán mañana en Madrid en presencia del administrador concursal Deloitte, en el que será el primer encuentro con la banca desde que Urgoiti fuera elegido presidente de la compañía.
El rechazo a la quita y la capitalización de deuda es la postura que mantendrán las siete entidades que otorgaron el crédito de 56 millones a la firma antes del verano (Sabadell, Bankia, Popular, Caixabank, Novagalicia, BBVA y Santander).
"Estos bancos no están por la quita; apuesten, sin excepción, por la capitalización", aseguran las mismas fuentes, que señalan que el resto de la banca acreedora de la compañía no descarta asumir una quita de deuda, frente a la alternativa de capitalizar de deuda por la que optarán las siete entidades integrantes del extinguido 'steering committee', con las que Pescanova acumula una deuda de unos 1.000 millones.
"La capitalización de deuda es una apuesta por la continuidad con las expectativas puestas en que se pueda reflotar", aseguran las mismas fuentes, que comparan esta propuesta a la que adoptaron los bancos acreedores en Metrovacesa.
Desde la banca acreedora han señalado, no obstante, que la quita de deuda puede reducirse al 70% si la firma gallega procede a la venta de activos no estratégicos o da entrada a nuevos inversores, entre ellos fondos, en su capital.
Tras materializarse una de sus condiciones para sacar adelante a la firma, el cambio del equipo gestor, la banca acreedora ya trabaja en una propuesta de convenio para evitar la liquidación de la firma, que contempla la quita de deuda y/o la capitalización de deuda.
Desde el sector financiero señalan que Pescanova aún tiene oxigeno hasta final de año, ya que todavía dispone de 30 de los más de 50 millones de euros que la banca inyectó antes del verano, si bien subrayan que la solución pasa por la entrada de "manera inmediata" de un nuevo inversor en su capital o de aquellos bancos que no quieran aplicar la quita y apuesten por convertir deuda en capital.
La lista de acreedores de Pescanova se eleva a casi 500, entre los que figuran más de un centenar de entidades financieras, organismos públicos o mixtos, y proveedores, a los que la firma gallega debe un total de 3.640 millones de euros, según se refleja en el informe concursal.
Dicha deuda fue consecuencia del intenso plan de inversiones acometido por la firma en seis años. De hecho, la compañía destinó a inversiones un total de 833,83 millones de euros desde 2007, enfocados principalmente al negocio de la acuicultura, de los cuales la mitad correspondió al periodo 2007-2010 y la otra mitad a los ejercicios 2011 y 2012, en los que ya estaba en situación de insolvencia.