Augura la creación de 20.000 empleos en el bienio, aunque con alta temporalidad, y estima el impacto del 'brexit' en 4 décimas este año
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El BBVA prevé un crecimiento del PIB de Galicia del 2,8% en 2017 y del 2,9% en 2018, por encima de la media española (en torno al 2,7% para el bienio), así como de la estimación de la Xunta del 2,4% para este año.
Así figura en el informe de Situación Galicia de BBVA Research, presentado este martes en Santiago por su economista jefe, Miguel Cardoso, en el que se augura que la Comunidad "continúe con su recuperación" a través de un crecimiento "robusto", pese a la "leve" desaceleración frente al 3,1% de 2016.
En este sentido, el BBVA calcula que en este bienio se crearán unos 20.000 empleos y el desempleo se situará por debajo del 16%. Con todo, la ocupación y la tasa de paro seguirán "bastantes distantes" de los niveles anteriores a la crisis en la Comunidad.
"El nivel de empleo a finales de 2018 será todavía 12 puntos porcentuales inferior al alcanzado antes de la crisis", indica este informe sobre Galicia.
Al respecto, la directora territorial Noroeste del BBVA, Yolanda Martínez-Bajo, apunta que Galicia tiene la "oportunidad de consolidar" un crecimiento "estable, sostenible y de calidad".
SECTORES
Los principales sectores que tirarán del empleo en Galicia en 2017 y 2018 serán el comercio, hostelería y turismo, así como el industrial, a través del textil y las manufacturas de consumo. La construcción y los servicios públicos también tienen previsiones positivas, mientras que existe "incertidumbre" sobre la automoción, ante la deslocalización de empresas en Portugal.
Sobre qué tipo de empleo se creará en el próximo bienio en Galicia, Cardoso remarca, sin embargo, que "buena parte" de esos puestos de trabajo "serán temporales".
LUCES Y SOMBRAS
El crecimiento de Galicia a un ritmo del 3% para 2016 lo atribuye el BBVA a factores como el incremento de la demanda interna, un aumento de las exportaciones de bienes y servicios, la caída del precio del petróleo, una política fiscal expansiva y el entorno de bajos tipos de interés, entre otros.
De cara al futuro, identifica como aspectos positivos: un crecimiento a nivel global (con previsiones de entre el 1,5% y 2% en la Eurozona, así como por encima del 2% en EE.UU.) que favorecerá las exportaciones; un precio del petróleo por debajo del promedio de los últimos años; así como la posibilidad de incremento de gasto de la Xunta sin desviarse de objetivos de déficit.
A esto se unen otras cuestiones como una menor exposición de Galicia a una posible subida de tipos de interés, al ser una comunidad con un mayor nivel de depósitos frente a créditos.
Entre los factores de riesgo para la economía gallega se encuentran el 'brexit' para sectores como las manufacturas de consumo, con un impacto similar al de España, que ronda las cuatro décimas menos de crecimiento para 2017.
Si bien, el turismo extranjero ha crecido debido al aumento de la percepción de inseguridad en países competidores como pueda ser Francia, no se espera que el impulso se mantenga. También se prevé una desaceleración de la demanda interna española.
Junto a esto, indica el BBVA que "la incertidumbre se mantiene", y pone como ejemplo que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) todavía pendientes de aprobar, lo que incide en entre "tres y cuatro décimas" menos a la hora de hacer previsiones de crecimiento para Galicia.
RECETAS: ABARATAMIENTO DEL DESPIDO FIJO Y CONTENCIÓN SALARIAL
A preguntas sobre las recetas del BBVA para el futuro, Cardoso ha defendido un abaratamiento del despido de trabajadores fijos --ya que apuesta por un modelo en el que hasta los cuatro años no se alcanzarían unas indemnizaciones de 20 días por año en despidos procedentes--, mientras se elevarían los costes de despido de temporales para desincentivar su uso.
El objetivo es "atacar la temporalidad", lo cual implicaría cambios en la actual reforma laboral, que considera deja "poco resuelto" el problema de los contratos temporales, que son "particularmente elevados" en Galicia y España.
Por su parte, aboga por una contención salarial, que desliga de la subida del IPC, y vincula a la productividad, que sitúa en un avance del 0,4% (sin embargo, la inflación interanual gallega supera el 3%).
De hecho, Cardoso sostiene que una subida salarial por encima de ese 0,4% "tendería a reducir la creación de empleo", pues ve uno de los problemas de Galicia el "bajo crecimiento de la productividad" de los trabajadores.
Además, afirma que la subida del 8% del salario mínimo interprofesional (SMI) "puede dificultar el acceso al empleo de ciertos colectivos". También apunta como claves la formación y un servicio público de empleo con más recursos y más eficiente.