Yolanda Díaz enmarca la "votación" en "una estrategia de terror, de pánico" por su "desaparición" y Pontón censura la "mordaza" al Parlamento
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El acuerdo de los dos grupos mayoritarios en la Cámara gallega para repartir proporcionalmente las iniciativas parlamentarias y que, en la práctica, supone reducir la capacidad de AGE y BNG para formular preguntas al presidente, ha derivado este miércoles en polémica, pues el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, ha negado que exista "ningún tipo de acuerdo".
"Niego cualquier tipo de acuerdo por que no lo hay; no se votó y no se pactó", ha defendido el líder socialista, en declaraciones a los medios en los pasillos del Parlamento tras reunirse con representantes de los sindicatos de enfermería.
Con todo, ha atribuido la redistribución de iniciativas parlamentarias a "un hecho objetivo", la salida de dos diputados de la coalición que lidera Xosé Manuel Beiras hacia el grupo mixto. "Conviene que nadie pierda de vista que esas situaciones no deben cambiar la vida del resto de los partidos, porque nadie es el ombligo del mundo", ha remarcado.
"Los demás no tenemos culpa", ha argumentado Besteiro, y ha insistido en que su grupo lleva "al menos, un año" reclamando una reforma del Reglamento de la Cámara para incluir "a los ciudadanos" en los debates políticos sin que esa petición haya sido atendida por el PP.
Por tanto, en este contexto ha apelado a la necesidad de "ser responsables y serios" en la labor de oposición y en la búsqueda de "un criterio con sentido común" para repartir los tiempos parlamentarios entre los cinco grupos parlamentarios. "La situación se debe medir en términos de proporcionalidad", ha finalizado el también presidente de la Diputación de Lugo.
"PACTO TÁCITO Y EXPRESO"
Con posterioridad, preguntada al respecto, la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, ha desmentido a Besteiro al afirmar que el martes se produjo "una votación de los dos grandes partidos contra" la coalición de la que forma parte y el Bloque.
"No hay pactos más férreos que los que son tácitos", ha abundado, para subrayar a renglón seguido que "el pacto" entre ambas fuerzas "fue tácito y expreso, votando" en la junta de portavoces.
Más allá de la existencia de la votación, la número dos de Alternativa ha atribuido esta postura de los dos partidos mayoritarios a que "están en una estrategia de terror, de pánico" porque "van a desaparecer" de las ciudades gallegas a partir del 24 de mayo.
Y, a modo de respuesta a Besteiro, "con todo el cariño", le ha recomendado que "arregle su casa" y que "se preocupe de defender los derechos democráticos que deberían residenciarse en el Parlamento".
"RECORTE DE LA DEMOCRACIA"
Por su parte, la viceportavoz de la formación frentista en el Pazo do Hórreo, Ana Pontón, ha explicado que este acuerdo parte de la Mesa del Parlamento --el órgano de dirección--, donde sólo están representados el PP y el PSdeG y que el martes fue confirmado por la junta de portavoces.
"Los temas no se votan, pero cada portavoz dice cuál es su posición y se entiende que no hay que levantar la mano", ha indicado, y ha aprovechado para demandar que se hagan públicas las actas de la reunión de la Mesa, a fin de poder ver "la posición de cada uno".
Sea como sea, lo que ha dejado claro la nacionalista es que "el PP y el PSOE avalaron un nuevo recorte de la democracia en el Parlamento", de modo que el BNG, sin haber perdido ningún diputado, verá ahora reducida su capacidad de control al Gobierno. Por ello, ha dicho a Besteiro que, "si quiere dar marcha atrás, será bienvenido, pero no puede falsear lo que pasó".
Y es que, a su juicio, lo "grave" es que se ponga "una mordaza" a la Cámara en un momento de "tantos problemas". "Feijóo quiere parapetarse para que la oposición no pueda hablar en el Parlamento", ha evidenciado, crítica con la "regeneración democrática" del presidente.
Finalmente, la diputada nacionalista ha juzgado "bochornoso" que se impulse que "el Parlamento trabaje menos" en lugar de alargar los plenos y, así, "trabajar más". "Sería mucho más provechoso", ha incidido, al recordar que en Cataluña "los plenos duran tres o cuatro días".