Pontón reclama "un giro de 180 grados" en la gestión de los montes y que el Pladiga entre en vigor en el mes de abril
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El BNG ha instado a la Xunta de Galicia a aparcar "la política de la avestruz" y afrontar "un gran pacto" en materia forestal con todos los agentes políticos y sociales, al tiempo que ha criticado que el "principal instrumento" del que dispone el Ejecutivo autonómico para luchar contra los incendios, el Pladiga, todavía esté pendiente de ser aprobado de forma definitiva.
Este lunes, la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, ha comparecido ante los medios para reclamar que el próximo año el Plan de Prevención e Defensa Contra os Incendios Forestais de Galicia (Pladiga) entre en vigor en el mes de abril.
Y es que, para la formación nacionalista, "no tiene sentido" que este plan todavía esté pendiente de su aprobación definitiva --lo hará el próximo jueves en el Consello de la Xunta-- a finales de junio, cuando ya ha comenzado la época estival.
Por ello, Pontón considera que el Pladiga debería estar ya en funcionamiento desde "hace tres meses", ya que cada vez las primaveras son "más cálidas y secas" y, por lo tanto, la temporada de incendios forestales se adelanta.
Así las cosas, el BNG llevará al Parlamento gallego la petición de que este plan sea aprobado cada año en el mes de abril y que, además, se acometa una reformulación de su contenido para que, de este modo, deje de ser "un cortapega" y tenga en cuenta "a todos los agentes en política forestal" que desarrollen un "instrumento útil" en la prevención y lucha contra los incendios.
GIRO DE "180 GRADOS"
Pontón ha estado acompañada este lunes por el diputado en el Parlamento gallego Xosé Luís Rivas 'Mini', el coordinador xeral de la Federación Rural Galega (Fruga), Manuel Da Cal, y el presidente de la Organización Galega de Comunidades de Montes Veciñais, Xosé Alfredo Pereira.
Allí, la líder frentista ha invitado a la Xunta a dar "un giro de 180 grados" en su política forestal, ya que desde la Administración debe tenerse en cuenta "el trabajo de los colectivos" para, así, "poner en común" un "diagnóstico" de la situación actual del monte y, a partir de ahí, articular "las vías de futuro" que permitan aprovechar "el potencial" forestal de Galicia y "minimizar el impacto de los incendios".
"El monte gallego es un polvorín", ha sentenciado Pontón, quien ha culpado de esta realidad al "monocultivo de especies pirófilas" y "al abandono de los montes" lo que hace que Galicia sea "caldo de cultivo" para que "anualmente arda la mitad de la superficie forestal de todo el Estado".
Además, ha puesto el foco en los márgenes de la Autopista del Atlántico (AP-9), una vía "rodeada de pinares y eucaliptos" cuya empresa gestora, Audasa, no recibe ningún "requerimiento" por parte de la Xunta para mantener los espacios de seguridad en buen estado.
"POLÍTICA DE LA AVESTRUZ"
Así las cosas, ha cargado contra el gobierno de los populares por "tirar balones fuera" y tratar de "culpabilizar" a los propietarios de los montes y a los ayuntamientos en lugar de asumir "su propia responsabilidad".
Esta "política de la avestruz", como ha sido definida por Pontón, no es propia "de un gobierno sensato", que, de ser así, estaría preguntándose "qué se puede cambiar" en lugar de continuar con una política forestal "secuestrada" por los "intereses" de la multinacional pastera Ence.
De este modo, ha realizado un llamamiento al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, a aceptar el convite lanzado el pasado fin de semana a través de una carta firmada por la propia Pontón para mantener un encuentro entre ambos con el objetivo de abordar un gran acuerdo de país en materia forestal.
Así, ha instado al jefe del Ejecutivo autonómico "a poner en marcha el diálogo" con todos los agentes políticos y sociales de Galicia para reformular la política forestal gallega, que, según Pontón, debe "apostar por un monte multifuncional".
FRANJA DE SEGURIDAD
Por su parte, el diputado nacionalista Xosé Luís Rivas 'Mini' ha criticado a los gobiernos populares por sumir en "un caos" el monte gallego a través de la permisividad con la plantación "de masas ingentes de eucaliptos" y por la reducción de las franjas de seguridad.
Y es que, como ha recordado el representante de Fruga, Manuel Da Cal, tras la llegada a San Caetano del PP, la Xunta derogó la ley de montes impulsada en 2007 por el bipartito, lo que supuso que las franjas de seguridad pasasen de 50 a 30 metros.