El presidente, gallego, asegura que la entidad "no viene con prisas" y que su apuesta por la comunidad es "a largo plazo"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 8 May. (EUROPA PRESS) -
Cajamar, entidad resultante de la fusión de varias cajas rurales, ha abierto su cuarta oficina en Galicia, que dará servicio en la capital de la comunidad, Santiago de Compostela, con una plantilla de cuatro empleados.
Dentro de sus planes de expansión, Cajamar prevé tener presencia en las siete ciudades gallegas en 2020, puesto que hasta hoy ya estaba en A Coruña, Ferrol y Ourense, este mismo año abrirá en Vigo y Lugo y el que viene pretende hacerlo en Pontevedra.
Su presidente, Eduardo Baamonde, natural de Vilalba (Lugo), ha asegurado que la entidad "no viene con prisas" y que su apuesta por este territorio, también enmarcada en "lo personal", es "a largo plazo".
En rueda de prensa, ha apuntado que su objetivo es "incluso más ambicioso" que el de duplicar el número de socios actuales en Galicia, que alcanza los 2.170 con las tres oficinas que venía operando (A Coruña, Ferrol y Ourense).
"Vamos a ver cómo evoluciona", ha señalado, a preguntas sobre nuevas aperturas después de las de las grandes ciudades gallegas. A su juicio, en esta "fase inicial", las siete le darán a la entidad un "buen posicionamiento" para "hacer bien" su trabajo.
Un trabajo que, según ha destacado, se centra en "dar servicio" en función de las necesidades de sus clientes. Así, con un modelo "basado en la proximidad", esta cooperativa de crédito (maneja 74.000 millones de euros en volumen de negocio y 44.000 millones de euros en activos) está especializada en el segmento hortofrutícola, ya que se asienta con especial incidencia en el Levante español.
Por eso, para Baamonde, su planteamiento "puede aportar" en la comunidad gallega, pensando en el sector agroalimentario, en el pesquero (tanto pesca extractiva como la conserva) y también en la industria automovilística (tienen operaciones en este ámbito en Valencia y Valladolid) y el naval (con participación en astilleros).
La dimensión de Cajamar les permite atender operaciones "de más volumen" que otros competidores de menor tamaño, según ha expuesto. Asimismo, ha reivindicado los recursos que destina la entidad a investigación, en ramas como la tecnología del agua para hacer frente a sequías, las algas y los alimentos "funcionales" (orientados a la salud y al sabor).
En este campo, ha subrayado que su intención es "movilizar el conocimiento" mediante la financiación de proyectos, pero ha abogado por hacerlo en infraestructuras preexistentes, lejos de la creación de nuevos edificios que lo que implican, en su opinión, es consumir recursos que son precisos para la tarea investigadora.
INTEGRACIONES
Por último, Eduardo Baamonde, cuestionado por el ambiente favorable a nuevas integraciones en el mundo financiero, ha dicho tener las "puertas abiertas a cualquier propuesta".
En cualquier caso, entiende que la iniciativa, "sin ningún complejo ni de superioridad ni de inferioridad", debe partir de otros y no de la propia Cajamar.