El ingeniero industrial renuncia como perito y la jueza pide a uno de telecomunicaciones
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
La comisión de investigación de accidentes ferroviarios (CIAF) tiene previsto realizar entrevistas la semana que viene en Vigo en relación con el accidente de un tren Celta el pasado 9 de septiembre a la llegada de la estación de O Porriño (Pontevedra), según han informado fuentes consultadas por Europa Press.
Un jefe de maquinistas portugués y un compañero del conductor fallecido --también luso-- serán algunos de los entrevistados, que están citados en la estación de Guixar.
Las fuentes consultadas remarcan que estas tareas van en la línea de lo que establece la normativa europea para la elaboración del correspondiente informe sobre las causas de un siniestro ferroviario. Y es que la labor de la CIAF fue puesta en tela de juicio en su día por la Agencia Ferroviaria Europea por su aportación en el siniestro de Angrois, tras las demandas trasladadas a Bruselas por el colectivo de víctimas.
En O Porriño murieron cuatro personas y más de 40 resultaron heridas, en el descarrilamiento de un convoy que, al ser desviado a una vía secundaria, debía haber reducido la velocidad desde los 120 kilómetros por hora a los 30.
Este lunes, un perito judicial y un responsable de la CIAF trabajaron sobre el terreno para recabar datos que permitan elaborar una simulación del accidente, que se prevé que esté lista en el plazo de unos dos meses.
Estas labores se desarrollan antes de que Adif repare la vía, algo para lo que ya ha recibido el permiso de la jueza, y que quiere iniciar cuanto antes, según fuentes consultadas.
RENUNCIA DE LAMELA
Por otra parte, y tras la renuncia del ingeniero industrial José Manuel Lamela, va a ser designado otro perito en la causa, y la jueza pidió un ingeniero de telecomunicaciones.
La Xunta, que es a quien compete proveer de peritos en los procedimientos, estudia si dispone de uno o si recurre a la lista del colegio.
EL MAQUINISTA NO FRENÓ
Las primeras inspecciones del tren siniestrado concluyeron que el sistema de frenado funcionaba correctamente, pero lo cierto es que el maquinista no aminoró la marcha, a pesar de que recibió dos avisos 'L1' (para reducir la velocidad) y confirmó que los había recibido.
En todo caso, los técnicos siguen desarrollando su labor y, además del tren, estudian las condiciones de la vía y de elementos concretos, como los enclavamientos (los sistemas que hacen que los trenes vayan por una vía y no por otra).
ANOMALÍA EN LA VÍA
En la vía secundaria a donde fue desviado el tren se estaban realizando comprobaciones, puesto que el día anterior se había detectado una anomalía.
Precisamente, el desvío a esa vía secundaria obligaba al tren a circular a 30 kilómetros por hora. El convoy no tenía parada prevista en O Porriño y, en circunstancias normales, por la vía principal, atraviesa ese tramo férreo a unos 120 kilómetros por hora.
Adif, por su parte, defiende que estas pruebas son "habituales" y asegura que se desarrollan casi diariamente en distintos puntos de la red ferroviaria española.
Por otra parte, Adif niega que tuviese "ninguna voluntad de ocultación" en la causa que investiga el descarrilamiento de la curva de A Grandeira, donde murieron 80 personas, después de que aportase 300 folios al juzgado de documentos que ve "relevantes" pero que había omitido en su día, según dice, "por error".