LEÓN / SANTIAGO, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de León ha condenado a 23 años de cárcel a Miguel Ángel Muñoz Blas por el asesinato y robo con violencia de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem, quien se encontraba realizando el Camino de Santiago cuando ocurrieron los hechos en abril de 2015.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, Muñoz Blas ha sido condenado a 20 años de cárcel por el asesinato de la peregrina y a tres años más por un delito de robo con violencia, además de que deberá indemnizar con 120.000 euros a los padres de la víctima y con 30.000 a su hermano. Igualmente, deberá devolver a los padres de Denise Pikka los 1.132 dólares que la peregrina portaba cuando se produjeron los hechos.
La sentencia se conoce una semana después de que el jurado popular declarase, por mayoría de ocho votos contra uno, al único acusado del crimen como culpable de asesinato por "haber causado intencionadamente la muerte de Denise Pikka Thiem de forma sorpresiva y sin que la víctima pudiera advertirlo o se pudiera defender".
La sentencia de la Audiencia Provincial de León considera probado que el 5 de abril de 2015, al mediodía, la peregrina estaba haciendo la etapa Astorga hasta El Ganso, del Camino de Santiago, cuando se desvió para conocer la localidad de Castrillo de los Polvazares, pero se desorientó al seguir unas flechas amarillas que le llevaron por un camino que pasa por delante de la finca donde reside el acusado.
Cuando la mujer pasó por la finca, Miguel Ángel Muñoz Blas se acercó a ella y la acompañó durante un tramo, pero en un momento determinado Denise Pikka se sintió incómoda por la presencia del hombre, quien golpeó "de forma sorpresiva" a la peregrina en la cabeza con un objeto contundente, lo que le causó diversas lesiones que le provocaron la muerte.
Para no ser visto, el asesino arrastró el cadáver de la peregrina, se apoderó de su mochila y le realizó un corte en el cuello con un arma blanca, tras lo que desnudó a la mujer y la enterró bajo tierra en un agujero, en las proximidades de su propiedad. Meses después, ante la presión policial y por temor a ser descubierto desenterró el cadáver y lo trasladó al lugar donde finalmente fue encontrado.
El ahora condenado hizo quemó las ropas y pertenencias de la víctima pero se apoderó de 1.132 dólares que Denise Pikka llevaba consigo, billetes que el asesino cambió en una entidad bancaria el 17 de abril de 2015.
La sentencia redactada por la Audiencia Provincial de León no es firme, por lo que contra ella cabe recurso de apelación ante la sala de lo civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que podrá interponerse en el plazo de diez días.