El féreto del 'Zorro de Arteixo' abandona Riazor entre cánticos de 'Arsenio, eres Dios' y el mítico 'El día que me muera, yo quiero mi cajón, pintado de azul y blanco, como mi corazón
A CORUÑA, 6 May. (EUROPA PRESS) -
"Non hai Dépor sen Arsenio nin Arsenio sen Deportivo" rezaba una canción del grupo de rock gallego Os Diplomáticos de Monte Alto, tantas veces cantadas por miles de deportivistas. Y es que Arsenio Iglesias Pardo (Arteixo (A Coruña), 24 de diciembre de 1930 - 5 de mayo de 2023), fallecido este viernes a los 92 años, es, sin lugar a dudas, la figura más importante en los 116 años de historia del RC Deportivo.
La despedida y el sentido homenaje que le ha brindado este sábado la afición deportivista no hace más que probar ese verso compuesto por la banda gallega y, a juzgar por los cientos de coruñeses que esperaban la salida del féretro del 'Zorro de Arteixo' del Estadio de Riazor, donde se ha instalado la capilla ardiente, ese sentir aplica no solo a los más futboleros, sino también a la propia ciudad de A Coruña.
"Arsenio era un símbolo, del Dépor pero también de Coruña. A Arsenio todo el mundo lo conocía, todo el mundo le tenía cariño, le gustase más o menos el fútbol", comentaba una mujer en los alrededores del estadio herculino.
Desde que se conociese la noticia del fallecimiento del extécnico deportivista este viernes, tanto el estadio como otros lugares simbólicos para los deportivistas como el busto de Arsenio en el paseo marítimo o el mural pintado en uno de los laterales del estadio, se han ido llenando de ramos de flores, coronas, cartas --algunas infantiles--, bufandas y camisetas.
La capilla ardiente se habilitó durante la noche de este viernes, entre las 21,00 y las 24,00 horas, y ya en la mañana de este sábado, entre las 9,00 y las 12,00 horas. Diferentes personalidades la han visitado para dedicarle un último adiós, entre ellas, el histórico exmadridista Emilio Butragueño, que acudía el viernes no solo a nivel personal, sino también en representación del Real Madrid, club del que Arsenio llegó a ser entrenador.
Otros equipos han mostrado sus respetos por redes sociales y enviando coronas de flores, que se han ido colocando en el área técnica del Dépor, revestida también de camisetas, bufandas y dedicatorias que iban depositando los aficionados.
ADIÓS DE TODAS LAS GENERACIONES DEPORTIVISTAS
Precisamente por delante del área técnica y del banquillo local que ocupó en su día el responsable del conocido como 'Superdépor' han ido pasando los que han acudido a despedirse del entrenador, accediendo a continuación al túnel de vestuarios, donde se ha instalado la capilla ardiente.
Tal y como indicaba el propio Club, "en el acceso al campo de los fútbolistas, que tantas veces transitó como jugador y entrenador", se ha colocado el féretro, con una gran bandera deportivista sobre él y flanqueado por cuatro grandes coronas de flores y por la familia más cercana.
Muchos de los aficionados, además de detenerse ante el ataúd, han presentado sus respetos a los familiares, que agradecían visiblemente emocionados las muestras de cariño.
A partir de las 11,00 horas, la presencia de seguidores se ha hecho más intensa, llegando a formarse colas en el acceso principal al estadio. Desde los hinchas más mayores, que comentaban con orgullo que habían visto a Arsenio jugar, a los más pequeños, niños acompañados de sus padres --vistiendo en su mayoría la camiseta de Lucas Pérez--, ninguna generación ha querido perder la oportunidad de despedirse del responsable del primer título del equipo coruñés.
"El Dépor es lo que es hoy, y ha sido lo que ha sido, gracias a Arsenio. Y con la afición, lo mismo. Ese cariño incondicional que tienen los coruñeses por el equipo, aunque no sean hinchas como tal, es por culpa de Arsenio", ha defendido un joven que, con la camiseta deportivista, esperaba junto a su novia para entrar en la capilla ardiente.
"MUCHO QUE DECIR Y POCO QUE CONTAR"
Arsenio Iglesias fue uno de los protagonistas de algunos de los momentos más brillantes de la historia del club coruñés, pero también de los más tristes.
Creador del conocido como 'Superdépor', que reunió en 1992 a hombres como Bebeto, Mauro Silva, Aldana o Nando y que consiguió el tercer puesto en Liga y la clasificación para la Copa de la UEFA ese año, y una Copa del Rey en 1995, se enfrentó a una de las situaciones más penosas para la afición; un hecho que paradójicamente lo encumbró todavía más.
En el último instante de la última jornada de la temporada 1993-94, con el Dépor rozando su primer título de Liga, el colegiado López Nieto decretó penalti a favor del conjunto gallego. Si el balón entraba, el Dépor era campeón; si no, el trofeo se iría a Barcelona. Sin Donato, habitual lanzador de los penaltis, en el campo, Miroslav Djukic asumió la responsabilidad y González le adivinó el lanzamiento.
"Mucho que decir y poco que contar, estaba escrito así", señaló un hundido Arsenio tras el partido. "Fallamos el penalti cuando no había tiempo ni para respirar. Que Dios reparta suerte", añadió. Esas declaraciones continúan a día de hoy en el imaginario de los aficionados.
"Yo creo que todo el mundo ha visto esa rueda de prensa, todos conocemos esas declaraciones. Es de lo que más se recuerda de Arsenio", indicaba una joven aficionada a la salida de la capilla. "Y se recuerda por la clase que demostró ahí, habiendo perdido como perdimos. Tenía que estar destrozado y dio la cara con mucha educación. Tenían que aprender los de ahora", apostillaba una mujer mayor, apostada en la rampa de caracol que da acceso a las tribunas superiores del estadio.
'ARSENIO, ERES DIOS' PARA DESPEDIR EL FÉRETRO
A partir de las 12,00 horas, esa ha sido una de las zonas de mayor afluencia no solo de hinchas, también de periodistas gráficos que querían obtener una panorámica de los cientos de personas que esperaban la salida del coche fúnebre.
Con algo de retraso respecto al horario previsto, la comitiva fúnebre abandonó el estadio coruñés alrededor de las 12,45 horas, flanqueada por agentes de policía local en moto. Encabezaba la marcha el vehículo que trasladaba los restos del exdeportivista, seguido por otros cuatro coches con los familiares más cercanos, visiblemente emocionados con los cánticos y aplausos.
La lluvia --que ha caído durante toda la mañana intermitentemente sobre la ciudad-- ha respetado a los cientos de deportivistas y vecinos que han roto a aplaudir cuando la comitiva ha enfilado la Avenida Manuel Murguía. 'Arsenio eres Dios' coreaban los allí congregados, mientras algún aficionado le dedicaba al técnico un 'Gracias, Arsenio' y 'Siempre Arsenio'.
La multitud no se ha diluido al abandonar los coches el estadio, sino que ha acompañado a la comitiva avenida arriba, con aplausos y cantando uno de los himnos más míticos del deportivismo 'El día que me muera, yo quiero mi cajón pintado de azul y blanco, como mi corazón', mientras que un grupo de aficionados, ya en la cima de la calle, encendía bengalas al paso del ataúd y disparaba cañones de humo azul y blanco.
"Brutal", la expresión más repetida al finalizar el homenaje. "Ha sido brutal, histórico. Solo el fútbol puede unir así. Había que agradecerle a Arsenio todo lo que ha hecho por nosotros", ha comentado un grupo de jóvenes aficionados al abandonar Riazor. "Ahora hay que devolver al Dépor a Primera División y dedicárselo, se lo merece".