El veterano político da por cerrado su epílogo, pero queda por saber si jugará algún papel dentro de En Marea
PONTEVEDRA, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Anova-Irmandade Nacionalista ha abierto este sábado un nuevo periodo en el que ya no estará al frente el veterano político Xosé Manuel Beiras, cofundador de la organización tras escindirse del BNG. La asamblea transcurrió sin grandes debates, pero ha quedado empañada por una bronca entre exmilitantes de la FPG de O Morrazo y jóvenes de Xeira, organización juvenil vinculada a esta formación independentista.
Dos años por delante sin elecciones es el tiempo del que dispone la nueva dirección de Anova para cumplir uno de sus objetivos: "consolidar" la unidad popular, como defendieron algunos de los candidatos y miembros de coordinadora saliente.
De hecho, Antón Sánchez, que encabezó la única lista presentada para la renovación de los órganos de dirección y que está previsto que sea elegido portavoz nacional en la primera reunión de la Coordinadora Nacional --el 1 de abril--, defendió este sábado que aspira a potenciar la unidad popular, una cuestión que ya remarcó como "irrenunciable" para Anova y su entorno.
También Raúl Asegurado, miembro de la candidatura y de la coordinadora saliente, se comprometió a una "relectura" de los grupos de trabajo en Anova para fomentar el trabajo de base, una de las críticas que se pudo escuchar en el debate de la mañana de este sábado.
SIN GRANDES DEBATES
La asamblea tuvo lugar sin grandes debates durante toda la jornada, con la aprobación del reglamento, el documento organizativo --que reduce la estructura de Anova y disminuye su máximo órgano de decisión entre asambleas de 75 a 50 integrantes--, el informe de gestión, y el reglamento de la asamblea, que defendió el propio Antón Sánchez.
De hecho, el plenario transcurrió por delante de los tiempos previstos hasta primera hora de la tarde e incluso llegaron a decaer las dos enmiendas más críticas con la estrategia política, la presentada por la asamblea de O Morrazo y la de Ourense. En el primer caso, que se presentada como un texto alternativo a todo el documento político por parte de militantes de O Morrazo, nadie acudió a defenderla; pero en el segundo sí se retomó por petición de los enmendantes.
Fue uno de los momentos de mayor intensidad. Alfonso Diz --militante de Ourense del entorno del diputado de En Marea y exalcalde de Manzaneda, Davide Rodríguez-- se encargó de explicar por qué se pedía la supresión de unos de los párrafos del documento político. Concretamente, reclamaban eliminar del documento político que la "polarización del espacio (de En Marea) entre identidades militantes, expresadas en una falsa contradicción entre nacionalistas y no nacionalistas, supondría una renuncia a todo el trabajo realizado", recoge el documento aprobado en la asamblea.
Este grupo crítico también pretendía suprimir una referencia a "dar pasos atrás" en el trabajo realizado por la dirección de Anova estos años y una mención a los peligros de caer en el "resistencialismo". La idea era, pues, cuestionar la forma en la que se había construido la unidad popular en torno a En Marea.
"El espacio de unidad popular no se debate", proclamó en la asamblea Alfonso Diz --defensor de la enmienda que pedía la supresión de esas afirmaciones--. Así, este representante de una quincena de militantes indicó que lo que se cuestiona es la forma en la que está "representada" Anova en esa unidad popular, que ha tomado forma en el partido En Marea, con 14 diputados en el Parlamento de Galicia.
INTERVENCIÓN DE BEIRAS Y BRONCA
Cuando ya se había procedido a la votación de la enmienda, el todavía portavoz nacional preguntó si podía intervenir para expresar una opinión al margen del debate concreto de los textos. Lo hizo para reivindicar que en 2012, cuando nació Anova, se inició una apuesta por la unidad popular y se lanzó "la propuesta de que había que traspasar las fronteras" del nacionalismo, por lo que advirtió, en la línea del documento oficial: "Sólo faltaba que ahora se reprodujese dentro de En Marea la cuestión del nacionalismo".
De hecho, fue durante su intervención, en la que Beiras reivindicó que nadie tenía una trayectoria "de más nacionalismo" que él, cuando un militante de Cangas lo increpó desde las bancadas del auditorio. Luego de la ovación a Beiras con los asistentes en pie y abrazo incluido con el histórico de la FPG Xosé Luis Méndez Ferrín, el ambiente se crispó tras enfrentarse jóvenes de Xeira --organización juvenil independentista vinculada-- con exmilitantes de la FPG (por esas afrentas lanzadas contra Beiras), una bronca que incluyó patadas y empujones.
EL FUTURO DE BEIRAS
La III Asamblea Nacional de Anova se presentó como de la "renovación" y relevo generacional, con la salida de Beiras de la Portavocía Nacional, aunque seguirá como referente ideológico de la organización que está previsto que capitanee Antón Sánchez.
El veterano político da por cerrado su epílogo, una etapa que nunca quiso desvelar cuanto duraría y en la que primero impulsó el acuerdo de AGE --con Esquerda Unida, Equo y Ecosocialistas-- con la que volvió al Parlamento de Galicia en 2012 liderando una coalición que irrumpió con 9 diputados.
Pese a ello, falta por aclarar qué papel jugará dentro de En Marea, en donde además de Anova y Esquerda Unida han desembocado militantes de Podemos Galicia. Beiras es miembro del Consello das Mareas --máximo órgano de decisión entre asambleas del partido instrumental-- y todavía no se ha decidido la dirección del partido instrumental ni los papeles que tendrán cada uno de sus miembros, situación que permanece bloqueada por las discrepancias en torno a quién ocupará la Portavocía.
En su discurso de despedida de la primera línea de Anova, Beiras hizo un llamamiento a los suyos para que en esta nueva etapa se fortalezca la unidad popular a través de En Marea, una apuesta personal del propio Beiras, quien en contra de la opinión de miembros de la dirección de Anova apoyó en días pasados a Luís Villares para ser portavoz nacional de En Marea.
El veterano político, que ha hecho gala de su "trayectoria nacionalista" vital, ha advertido a los suyos, con todo, que no se olvidasen de que el objetivo último es la "emancipación social y nacional del pueblo gallego".