Advierte de que "si hubiera 'ERTMS' hasta llegar a Santiago" el accidente "no se hubiera producido con toda seguridad"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La declaración del segundo de los tres peritos judiciales en el caso por el accidente del tren Alvia, Juan Carlos Carballeira, ha concluido después de casi cinco horas y media que han estado marcadas por las rectificaciones y llamadas de atención de la jueza a las "divagaciones" que consideraba que realizaba este ingeniero de caminos ante las preguntas de los abogados.
Al comenzar su intervención, en el turno del interrogatorio del fiscal, Carballeira ha puesto sobre la mesa una nueva teoría, una "hipótesis verosímil" según sus propias palabras, según la cual la desubicación del maquinista se produjo por una llamada en la que el interventor le llevaba a plantearse un "problema de seguridad", en relación con la entrada en la estación de Pontedeume.
Sin embargo, esta hipótesis, que contradice la tesis de Adif según la cual la duración de la conversación fue excesivamente larga --algo más de minuto y medio--, no ha sido retomada por el abogado del maquinista durante su intervención, que, una jornada más, ha sido la última de esta sesión del juicio.
En torno al mediodía, la jueza ha marcado un receso de media hora después del cual este perito ha señalado, a las cuestiones de uno de los letrados, que "si hubiera 'ERTMS' hasta llegar a Santiago no se hubiera producido con toda seguridad" el siniestro ferroviario, que ocasionó 80 muertos y dejó a más de un centenar de personas heridas.
El proyecto inicial sí llevaba este sistema de seguridad hasta la terminal compostelana, pero se produjo una modificación tras la cual la curva de A Grandeira, en Angrois, a la entrada de Santiago, quedó sin esta protección, con la que el descarrilamiento, según el perito, "sería mucho menos previsible".
"¿HABÍA SEGUNDA BARRERA?"
A las preguntas del abogado del estado, que representa a Adif, Carballeira ha introducido el matiz de la conversación sobre la estación de Pontedeume al hecho de que, en su informe, le atribuye una "desatención prolongada" al maquinista, con en torno a una treintena de fallos (señales que a su juicio no percibió).
Cuestionado sobre si cree que existía una segunda barrera para paliar la posibilidad de un error humano, le ha contestado que había "muchísimas", si bien después, en el turno de la defensa del maquinista, ha considerado que la holgura de velocidad de la curva (que se pudiese tomar al doble de lo limitado) "puede o no" entenderse como un segundo nivel de seguridad.
También ha hecho hincapié durante su comparecencia en la idea de que no existe consenso entre países en cómo proteger las curvas como la de A Grandeira. "Tengo una lista de países, no es una opinión", ha aseverado.
"QUIZÁS SEÑALIZAR DE OTRA MANERA"
Ante las preguntas del letrado de QBE, la aseguradora de Renfe, este perito ha asegurado que la señalización estaba "perfecta según normativa", si bien "quizás habría que señalizar la transición de otra manera" en su opinión y a la luz de lo ocurrido. Pero "la experiencia que había en España es que no había problemas", según ha añadido.
En ese punto ha intervenido la jueza para interrogarle sobre "cómo hubiera señalizado" él la línea, a lo que le ha respondido, escueto: "Como está ahora".
Carballeira ha afirmado tener experiencia en el sector ferroviario por trabajos en ámbitos técnicos de la alta velocidad, en concreto de evaluación coste-beneficio.