El fiscal pide su internamiento psiquiátrico por enajenación mental, y las acusaciones piden prisión permanente revisable porque era "consciente"
VIGO, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
La defensa de un hombre acusado de la muerte de su esposa, a la que supuestamente arrojó por una ventana de su vivienda en Vigo a finales de octubre de 2015, ha alegado que fue ella quien se tiró y ha pedido la libre absolución de su patrocinado, quien se ha negado a declarar en el juicio que ha arrancado este lunes en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en Vigo.
Sobre las 10,00 horas de este lunes se inició la selección del jurado, tras lo que han sido elegidas las 11 personas que componen el Tribunal --nueve miembros y dos suplentes--, de los que nueve son mujeres y dos hombres. Este proceso se ha prolongado hasta media mañana y a continuación ha empezado el juicio, que se reanudará en la tarde de este lunes y continuará toda la semana.
Después de la lectura de los escritos de calificación de cada una de las partes, el Ministerio Público ha mantenido que, en el transcurso de una discusión, el acusado zarandeó e introdujo en el lavadero a su esposa antes de tirarla por la ventana, y además ha apuntado que la mujer presentaba lesiones propias de la caída, pero también hematomas y signos de sofocación por ahogamiento.
En todo caso, ha considerado que el hombre tenía anuladas sus capacidades intelectivas y volitivas, y sufría delirio persecutorio, al creer que su mujer le estaba envenenando para quitarle un dinero que había heredado. De hecho, unas semanas antes, el hombre estuvo ingresado en el servicio de Psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro. Por ello pide su internamiento en un centro psiquiátrico.
Por su parte, las acusaciones --la acusación particular, que ejerce el hijo de la mujer; y la acusación popular, que ejerce la Xunta-- han coincidido con el fiscal en cómo sucedieron los hechos, pero han sostenido que el hombre "era consciente de lo que estaba haciendo" y que la mujer sufría "maltratos previos" --cuestión que es objeto de otro procedimiento judicial--, por lo que "no era una situación puntual".
En cuanto al argumento dado por la defensa, tanto el Ministerio Público como las acusaciones lo han rechazado y se han mostrado de acuerdo en que si la mujer se hubiera querido tirar no habría forzado la ventana por la que cayó, y han añadido que ella "no tenía suficiente fuerza", tenía 71 años y sufría de pluripatologías, entre ellas artrosis.
EL FISCAL VE ENAJENACIÓN MENTAL
El fiscal acusa al marido de un delito de homicidio con la agravante de parentesco, si bien pide aplicar la eximente completa de enajenación mental porque el hombre, en el momento de los hechos y desde unos meses antes, estaba afectado por una ideación delirante de daño/perjuicio de tipo persecutorio centrado en su mujer.
De hecho, de acuerdo con el auto judicial, el hombre ingresó a mediados de septiembre de ese mismo año en una clínica con episodio paranoico con ideas de envenenamiento por parte de la mujer y, el mismo día de la muerte de su esposa, ingresó en la unidad de psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro con diagnóstico de trastorno de ideas delirantes persistentes.
En concreto, según la Fiscalía, el varón "estaba convencido le estaba envenenando para matarlo y quedarse con su dinero, lo que anuló sus facultades cognitivas y volitivas a la hora de matarla". Por ello, solicita su libre absolución y que se le imponga la medida de seguridad privativa de libertad de internamiento en centro psiquiátrico penitenciario por tiempo que no podrá exceder de 15 años.
ACUSACIÓN PARTICULAR Y POPULAR
Por su parte, la acusación particular en su escrito, al que se ha adherido la acusación popular, alega que el hombre ejercía violencia física y psicológica sobre su mujer "de forma habitual", y de hecho, 10 días antes de su muerte ella acudió a los servicios del Ayuntamiento de Vigo para contarlo aunque no quiso denunciar, y manifestó su intención de divorciarse.
Las letradas han recalcado sobre el día de los hechos, que el varón "no sólo le causó la muerte, sino también sufrimiento", puesto que supuestamente "intentó asfixiarla" y actuó para asegurarse "del resultado de muerte". Además, han negado que el acusado sufriese una enajenación mental ni un problema mental y han pedido condenarle por asesinato con agravantes de alevosía y ensañamiento.
Por todo ello, piden la prisión permanente revisable, por considerarlo un caso de excepcional gravedad por ser víctima de violencia de género, y un crimen "especialmente odioso", contra ancianos y personas desvalidas. Igualmente, reclaman una indemnización para el hijo de la mujer de 150.000 euros.
DEFENSA
La defensa se ha mostrado disconforme con las demás partes y ha mantenido que "no son ciertos los hechos que describen", pues, según su versión, el hombre no tiró a su esposa por la ventana, sino que "se tiró ella" tras discutir porque él creía que ella le echaba detergente en la comida para envenenarle.
La abogada ha incidido en que "ningún policía escuchó gritos de socorro ni de ayuda", no hay "ningún testigo presencial" y la única estancia de la vivienda que estaba "revuelta" era el salón, mientras que en el lavadero "no hay signos de forcejeo y estaba todo en orden". Además, ha apuntado que después de 30 años juntos, la mujer no presentó "ninguna denuncia".
Finalmente, ha manifestado que su cliente está afectado por una ideación delirante de tipo persecutorio, pero no tiene afectadas sus capacidades volitivas e intelectivas, por lo que pide aplicar la eximente completa de "enajenación mental" y que se proceda a su libre absolución. En caso de que no se contemple así, ha reclamado que se le considere autor de homicidio, y no de asesinato.
ESCRITOS DE ACUSACIÓN
Tal y como consta en el escrito del Ministerio Público, sobre las 4,00 horas del 29 de octubre de 2015, Alberto J.V.G., de 62 años, mantuvo una fuerte discusión con su esposa, María José R.F., de 71 años; y cuando ella trató de abandonar la vivienda, se abalanzó sobre ella para impedirlo, arrastrándola por la fuerza hasta la habitación del lavadero.
Allí, sostiene que la llevó a rastras hasta una ventana batiente y "la empujó con fuerza con ánimo de darle muerte". Así, "logró tirarla" desde una altura de unos 10 metros --un tercer piso-- hasta un patio interior entre edificios. Como consecuencia, la mujer sufrió importantes heridas que le produjeron un shock traumático que le causó la muerte sobre las 5,30 horas.