La Policía destaca que habían convertido sus viviendas en "supermercados" de venta de droga y ofrecían una 'narcosala'
OURENSE, 12 May. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos hombres y una mujer como presuntos autores de un delito contra la salud pública en Ourense y, además, se han intervenido más de 310 dosis de cocaína y heroína, dos armas de fuego y 3.576 euros, así como material eléctrico cuya procedencia se investiga.
Según ha informado la Comisaría de Ourense, los detenidos "habían convertido sus viviendas en supermercados de venta de droga", donde ofrecían ya preparadas las papelinas para el suministro diario de toxicómanos que acudían al lugar para adquirir las dosis.
La investigación se inició en el mes de septiembre del 2016 cuando el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Ourense detectó un aumento de sustancias estupefacientes en la zona de Covadonga, que abastecía a la ciudad de Ourense y a zonas de Monforte, Vigo y Lugo.
Según ha relatado la Policía Nacional, después de una "laboriosa investigación" sobre las viviendas donde supuestamente vendían el estupefaciente, se identificó a los moradores, se analizaron sus actividades y las de los compradores.
Una vez recopilada toda esta información, en la madrugada del 10 de mayo, el Grupo Operativo Especial (GOES) de A Coruña, la Unidad de Guías Caninos de A Coruña, la Unidad de Prevención y Reacción y el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Ourense procedieron a la entrada simultánea en tres viviendas de la zona de Covadonga, dos de las cuales se comunicaban entre ellas, y a su registro.
La operación culminó con la detención de tres personas, dos hombres y una mujer, y la incautación de 219 papelinas de cocaína y 102 de heroína, cuyo peso oscilaba entre uno y cinco gramos cada una; 3.576 euros; una carabina 5.5 milímetros y una pistola detonadora, dos básculas y gran cantidad de herramientas.
'NARCOSALA'
El "supermercado" desmantelado, según destaca la Policía Nacional, "se había convertido en un punto de referencia en la venta a pequeña escala de cocaína y heroína esta del barrio de Covadonga".
Además, en la vivienda utilizada como lugar de distribución, ofrecían la posibilidad de consumir lo adquirido en una habitación habilitada como "narcosala", según concretan las mismas fuentes.
"El consumo en el local evitaba que los toxicómanos portasen la droga en la vía pública corriendo el riesgo de que les fuera intervenida por la Policía", según concluye.