VIGO, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Empresarios de discotecas han calculado que durante esta Navidad, y especialmente en la noche fin de año, en toda Galicia habrá unas 420 fiestas ilegales, lo que representa “un repunte de entre un 15 y un 20 por ciento” respecto a 2015, cifras que han vinculado al aumento del consumo.
El presidente de la Federación de Asociaciones Provinciales de Empresarios de Salas de Fiestas y Discotecas de Galicia (Fesdiga), Samuel Pousada, ha trasladado estos datos este viernes, y ha indicado que del total de fiestas, 150 son tanto en Pontevedra como A Coruña, y 60 tanto en Ourense como en Lugo.
De las 420 fiestas, el 90% son en fin de año, y el resto en otras fechas; y el 90% se realizan en locales con licencia de apertura pero para otra actividad --para poder hacer fiestas navideñas necesitarían una autorización extraordinaria municipal-- y el 10% en locales directamente sin licencia de apertura y no habilitadas --que no se pueden autorizar y son más difíciles de detectar--.
El empresario ha vuelto a recordar que la tragedia del Madrid Arena --en la que murieron 5 chicas--, “ayudó” a controlar estas celebraciones, sin embargo el efecto “se está diluyendo” y empieza a haber “un repunte”. En este marco, ha advertido de que volverá a haber una tragedia como esta, pues tras cuatro años no se han hecho leyes ni normativas para regularlo.
Así las cosas, ha recordado que Fesdiga ha enviado una carta de denuncia a todos los ayuntamientos gallegos pidiendo, como todos los años, un plan preventivo para detectar estas fiestas. Además, ha pedido que les remitan información: Autorizaciones dadas, a qué locales, si cuentan con informes favorables, si cumplen los requisitos, quién organiza... “Notamos cierto abandono”, ha censurado.
Finalmente, también ha vuelto a pedir que no se cedan espacios públicos no habilitados para realizar macrofiestas, y ha señalado que en Vigo hay suficientes salas y locales para dar cobertura” a vigueses y visitantes. Ante todo ello, ha indicado que ya han presentado varias denuncias y en fin de año podrían disponer detectives para controlar algunas fiestas y, en su caso, denunciar.
APOYO AL SECTOR
“Es una pena que se fomente este tipo de cosas cuando el sector necesitaría un apoyo de las administraciones, y en vez de eso se ceden espacios libremente a cualquier persona”, ha criticado, apuntando que el sector ha notado “una mejoría, pero muy tímida” y teme que en cualquier momento pueda invertirse la tendencia.
A renglón seguido, ha aludido a los problemas que ha surgido a los empresarios de salas de fiesta por las subidas tanto del impuesto de sociedad, como en el alcohol, en el tabaco y en las bebidas azucaradas. “Es imposible mantener los precios y competir con el fenómeno del botellón”, ha lamentado.