SANTIAGO DE COMPOSTELA, 28 May. (EUROPA PRESS) -
Las palabras de la parlamentaria del PSdeG Paloma Castro en las que afirmó que la ley contra el proxenetismo fracasó en el Congreso por "las presiones" del 'lobby' de la prostitución o porque hay diputados "puteros" en las filas de los grupos que votaron 'no' provocaron un encontronazo con el PP, que entendió las afirmaciones como un ataque al partido.
"En este grupo no hay puteros. No sé si en el PSOE pueden decir lo mismo", ha rebatido la viceportavoz del PP gallego en el Parlamento de Galicia, Paula Prado, que pidió el turno de palabra al término del debate de la moción sobre igualdad en la que, durante la sesión plenaria celebrada este martes en el Pazo do Hórreo, la parlamentaria socialista había relacionado el voto contrario a ley del PSOE para abolir la prostitución a la existencia de "puteros" entre los partidos que hicieron que fuese rechazada la toma en consideración del texto elaborado por los socialistas.
En concreto, la mayoría en la Cámara baja tumbó la pasada semana la toma en consideración de la ley de los socialistas, que sólo apoyaron Coalición Canaria, BNG, UPN y el parlamentario del grupo mixto y exministro José Luis Ábalos. Para Castro, el rechazo al texto se debió al voto contrario de fuerzas que "hipócritamente se consideran progresistas" y al "cambio de criterio" de grupos que se habían manifestado a favor como el PP, lo que vinculó a las "presiones" del sector de las proxenetas o a que "hay muchos puteros" en las filas de estos partidos.
Al término del debate, la número dos el PP de Galicia solicitó al presidente de la Cámara autonómica, Miguel Ángel Santalices, al considerar que las afirmaciones de Castro suponían una infracción del reglamento por falta de decoro hacia el Grupo Popular. "Entiendo que tengan un problema (el PSOE) con la prostitución, pero no voy a consentir que se diga eso de este grupo", ha sentenciado Prado.
La viceportavoz parlamentaria del grupo mayoritario incidió en que en las filas populares "no hay puteros". "No sé si en el PSOE pueden decir lo mismo", ha añadido Prado, que ha aseverado que "la historia" de relaciones entre "cargos socialistas" con la prostitución "es muy larga" y, dice, va "desde (Luis) Roldán a los ERE o el 'Tito' Berni".
Finalizada la intervención de Prado, el presidente del Parlamento pidió a Castro que retirase la expresión "putero" para que no figurase en el libro de sesiones, pero la socialista mostró su negativa y se reafirmó en sus palabras, lo que llevó a Santalices a ser él quien ordenó su eliminación porque "la palabra putero no debería ser usada en el debate".
MOCIÓN
El rifirrafe a raíz de las palabras de Paloma Castro se produjo en el debate de una moción del BNG que reclamaba, entre otras cuestiones, la rectificación de la Xunta de la división de la Secretaría Xeral de Igualdade, que pasa a estar desdoblada en dos direcciones generales.
Para la diputada nacionalista Noa Presas, esta decisión adoptada por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en la reorganización de su gobierno tras las elecciones supone una "rebaja" de la importancia de la lucha contra el machismo y "rompe" con el principio de transversalidad que debe regir las políticas de igualdad.
La moción fue rechazada con los votos del PP, cuya diputada Raquel Arias, acusó a nacionalistas y socialistas de haber "roto" la "unanimidad" que existía en la Cámara en materia de violencia de género por su voto en contra de la ley gallega de igualdad tramitada en la última legislatura.
"En Galicia ustedes eligieron confrontar contra el PP en vez de ir contra las víctimas. Igual que en Madrid decidieron plegarse a Pedro Sánchez votando la ley del sólo sí es sí, el mayor ultraje a las víctimas", ha sentenciado.
Por su parte, el diputado del grupo mixto y representante de Democracia Ourensana, Armando Ojea, quiso hacer uso de su turno de palabra (desechó hacerlo en las otras tres mociones debatidas en la mañana de este martes) para afirmar que "existe una publicidad descarada de los valores machistas" que se ve "todos los días del año" con la existencia de clubes de carretera en los que se ejerce la prostitución.
"Todo el mundo sabe lo que pasa ahí y lo consideramos algo normal", ha aseverado Ojea, que ha comparado esto con los trenes que usaba el régimen nazi para transportar a prisioneros a campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.