La familia de Déborah solicitará analizar un disco duro de la joven en un laboratorio que trabajó en el caso Diana Quer

VIGO 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

La familia de Déborah Fernández-Cervera solicitará que un disco duro de esta joven desaparecida en Vigo en 2002 y hallada muerta días después se analice en un laboratorio de la empresa Lazarus Technology, que trabajó en el caso de Diana Quer en colaboración con la Guardia Civil.

En declaraciones a Europa Press, la hermana de Déborah, Rosa Fernández-Cervera, ha recordado que este dispositivo de almacenamiento se solicitó a la familia en 2006, aunque las conclusiones del examen no se trasladaron al juzgado hasta 2019.

Precisamente, ha explicado que este martes se ha intentado realizar un duplicado de este disco duro en presencia de la empresa contratada por la familia, Lazarus Technology, aunque la emisión de humo por parte del mismo lo ha impedido.

Ante la imposibilidad de realizar un volcado de información en el juzgado, Rosa Fernández-Cervera ha indicado que su familia solicitará que este dispositivo se traslade al laboratorio de la empresa que ha contratado.

Asimismo, ha criticado que hasta 2006 la Policía no solicitase uno de los discos duros del ordenador de Déborah pese a que este era el medio que la joven utilizaba para comunicarse con su pareja, respecto a quien la familia ha asegurado que sospecha con anterioridad.

También ha reprobado que la Policía no notificase a la familia en 2006 si finalmente se había analizado ese dispositivo que, según ha afirmado la hermana de Déborah, contenía "archivos importantes". Posteriormente, Rosa Fernández-Cervera ha explicado que su madre hizo entrega de otros dos discos duros en 2019.

Asimismo, ha apuntado que otra testigo ha acudido este martes a prestar declaración al Juzgado de Instrucción número 2 de Tui (Pontevedra), donde también comparecerá la madre de Déborah por primera vez el próximo mes.

Déborah Fernández-Cervera desapareció en 2002 a los 21 años, después de salir a correr por la zona de Samil en Vigo. Su cuerpo fue encontrado desnudo una semana después en una cuneta en el ayuntamiento O Rosal, a unos 40 kilómetros de distancia. Aunque el caso se cerró sin resolver, el pasado mes de noviembre el Juzgado de Instrucción número 2 de Tui (Pontevedra) acordó su reapertura para proceder a la práctica de nuevas actuaciones.

Este verano los letrados de la familia avanzaron que se promoverá la realización de un informe pericial criminal de parte con investigaciones propias ante las "contradicciones" de las policiales. También abrieron la posibilidad a que se emprendan acciones legales contra los funcionarios si se comprueba que actuaron en perjuicio de la investigación.