A CORUÑA 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y alcalde de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), Alberto Varela, ha relegado el papel de los ayuntamientos, ante la posible afluencia de turistas con el fin del estado de alarma y la llegada de la 'nueva normalidad', a los "controles" para tratar de evitar "masificaciones" y que se cumplan "los aforos".
"Aunque se detectara gran afluencia de turistas, no van a poder hacer nada", señala sobre el papel de los municipios y en contraposición a la situación registrada en Semana Santa, donde sí hubo algunos ayuntamientos que trasladaron a la Fegamp su "preocupación por la llegada de turistas a la Comunidad", recuerda sobre un momento en el que estaban fijadas las restricciones de movilidad.
Ahora, en el actual contexto, afirma que es pronto para saber "si habrá un tránsito como otros veranos". "Va a haber que esperar a los próximos días", reconoce al ser preguntado si ya se ha detectado la llegada de turistas.
No obstante, ante el papel de "control" que están asumiendo los ayuntamientos debido a las restricciones impuestas por la crisis del COVID-19 y las normas aprobadas a este respecto, hace un llamamiento al resto de administraciones y, en particular a la Xunta, para que se les faciliten "fondos" y "medios", entre los que cita la posibilidad de contratar más personal.
"ESCUCHAR" A LOS AYUNTAMIENTOS
También defiende que antes de tomar decisiones que "afectan" a los ayuntamientos sería "más eficiente" que se escuchase la opinión de los mismos para determinar si tienen capacidad para "gestionarlos o no".
"Se nos está pidiendo un esfuerzo muy importante y con los medios que tenemos no es posible hacerlo de forma eficiente", insiste apelando a la ayuda de otras administraciones para asumir cuestiones, como la exigencia del cumplimiento de medidas sanitarias, que exceden, según incide, sus competencias.
Mientras, desde la Delegación del Gobierno en Galicia, consultados por si se ha detectado la llegada de turistas tras la apertura de fronteras desde el 21 de junio, excepto con Portugal, y si ha habido alguna incidencia, coinciden en que al no estar limitada la movilidad, "no se puede controlar" esta posible afluencia.