"Nunca diré que un partido está detrás", proclama el presidente, entre críticas de la oposición por la gestión de la Xunta y alusiones a la ola de fuegos de 2006
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
La sesión de control al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, arrancó este miércoles con un minuto de silencio protagonizado por los diputados y todos los que se encontraban en el hemiciclo gallego en homenaje a las víctimas mortales de los incendios y acabó en una bronca que enfrentó al jefe del Ejecutivo con los líderes de En Marea y BNG a cuenta de los fuegos.
Protagonistas fueron también el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga, quien denunció la "alteración de facto" del orden del día del pleno, tras permitir el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, que la nacionalista Ana Pontón centrase su pregunta en los incendios --Feijóo replicó sobre el mismo asunto-- y no en la deslocalización empresarial.
Tras la protesta de Leiceaga, Santalices intentó evitar que Luís Villares (En Marea) siguiese los pasos de la nacionalista, con quien admitió haber cometido "un error", y tras subrayar que Feijóo ya había anunciado su intención de comparecer en la Cámara para dar explicaciones sobre lo ocurrido, le instó reiteradamente a centrarse en la reforma sanitaria. Villares acusó después al PP de pretender "amordazar" a su grupo.
Pero, aunque la tormenta política arreció con las quejas por la gestión del pleno del jefe del Legislativo, el tono bronco de la sesión se hizo sentir en el hemiciclo desde la primera pregunta al presidente, cuando Pontón reprobó la gestión de la Xunta ante una situación "de emergencia anunciada". Censuró la "manipulación informativa" y el "despido de casi 1.000 trabajadores de los servicios de extinción".
"NUNCA DIRÉ QUE UN PARTIDO ESTÁ DETRÁS"
Si Pontón echó en cara a Feijóo su gestión, éste ha replicado con dureza afeándole que en su intervención no condenase "el terrorismo incendiario", ha aludido a las condiciones meteorológicas "extremas" y ha defendido que "en ningún caso el problema fueron los medios" porque "nunca en un mes de octubre hubo tantos". "Yo dije que nos podía pasar lo de Portugal, pero estaba convencido de que lo impediría el servicio de extinción", ha rememorado, antes de censurar los bulos sobre los fuegos.
Ha mencionado "el supuesto desalojo de un hospital en Vigo, que había fuego en el túnel de A Cañiza o que explotaba una gasolinera en Baiona". "Allá cada uno con su conciencia, pero le pido que no se apunte a ese todo, sea un poco seria y no frivolice con el dolor de los gallegos", ha instado Feijóo, quien, entre gritos de "¡año 2006!" de la oposición por su actitud cuando gobernaba el bipartito, proclamó que "nunca" diría que un partido "está detrás" de los fuegos.
Feijóo, quien ha advertido que no permitirá que "nadie desuna al pueblo gallego", ha aludido a las concentraciones de "nunca máis lumes", antes de señalar que "no es muy razonable usar a la gente para hacer manifestaciones políticas", además de señalar que hay casos de personas que acudieron y que se marcharon tras ver el carácter unas protestas "con banderas de partidos políticos".
UN COSTE MAYOR Y BRIGADAS FINANCIADAS
"También sabrá los ayuntamientos del BNG que no quisieron pactar las brigadas financiadas por la Xunta", ha sentenciado Feijóo, quien posteriormente mencionó de forma expresa a los municipios de Nigrán y Baiona, que gobiernan PSOE y PP, respectivamente, antes de lamentar, sin dar más nombres, que haya alcaldes que rechazasen estas brigadas y después se quejen de falta de medios.
"Si quiere hablar en serio adelante, pero no aceptamos lecciones suyas", ha añadido el presidente, a quien Pontón ha recordado que le pidió una reunión después de la gran ola de fuegos de Portugal para "sentarse a hablar" y ver "medidas de prevención" en Galicia o como cambiar "un modelo forestal al servicio de Ence".
Pontón ha lamentado que Feijóo ni siquiera "respondiese" a esta "oferta de diálogo sincera" y le ha garantizado que el BNG "nunca" utilizará a las víctimas de los incendios para "hacer campaña". Con todo, ha insistido en censurar su gestión y en la cuestión de los medios, muy crítica en que "por un poco de dinero" se haya permitido llegar a una situación que acabará teniendo un coste "de miles de millones" con daños económicos y humanos "desoladores".
Pontón también quiso leer un documento tras finalizar Feijóo a lo que se opuso el presidente de la Cámara. Su insistencia le valió ser llamada al orden dos veces por Santalices, con aviso de que una tercera amonestación supondría su expulsión. Al minuto siguiente, era Leiceaga el que pedía la palabra por una cuestión de orden y avanzaba una protesta formal ante la Mesa del Parlamento por la gestión del pleno.
Y es que Leiceaga, quien sí centró su pregunta en la contaminación de las rías, vio "una alteración del orden del día de facto" en la permisividad de Santalices con Pontón y, aunque comparte con el resto de la oposición que "los incendios forestales son testigo del fracaso de la política de la Xunta de ordenación y conservación de los montes", advirtió de la necesidad de un pleno extraordinario monográfico sobre incendios.
Feijóo le respondió elogiando su actitud y anunciando que comparecerá para dar explicaciones en el pleno que determine el Parlamento.
"PABLO IGLESIAS TIENE MÁS PRINCIPIOS QUE USTED"
Pero si la confrontación con Pontón había sido tensa, el momento más bronco del pleno llegó cuando Luís Villares intentó también preguntar a Feijóo sobre incendios y Santalices intentó evitarlo interrumpiéndole reiteradamente, mientras el portavoz de En Marea aseguraba que tras la argumentación de su pregunta, en la que denunció la "incapacidad" de la Xunta y se preguntó qué habría pasado de no empezar a llover, acabaría preguntando por sanidad.
Santalices reconoció haber cometido "un error" con Pontón y para evitar que éste fuera "continuado" le pidió reconducir su pregunta, aunque Feijóo después respondió igualmente sobre incendios, lo que desbocó las críticas desde las bancadas de la oposición. El presidente, quien criticó que Villares "pregunte donde estuvo el domingo, desveló que llamó por teléfono a los líderes de la oposición y que pudo "localizar" al líder de En Marea "a la una de la mañana".
Feijóo, mientras advertía que no va a permitir que se "desuna" a la población gallega, señaló que también se puso en contacto con Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (Podemos). "Que tiene más principios que usted", le espetó al líder de En Marea, quien ha considerado "miserable" usar esa conversación privada "como si fuese algo perjudicial" y ha asegurado que le ofreció todos los medios de los ayuntamientos gobernados por las mareas.
Tras la sesión, Villares ha denunciado la "mordaza" del PP a su grupo y ha explicado que él pretendía exigir intensificar los servicios sanitarios disponibles, un programa especial de ayudas, un plan de choque ambiental, el cambio del modelo forestal, la activación inmediata del "mando único de emergencias" y que "restaure la dignidad de los servicios públicos de información". Y es que él, ha remarcado, no tiene "la culpa" de que Feijóo "perdiese el control durante 12 horas".
También ha avanzado una protesta formal por la gestión del pleno. "Creemos que debe reunirse la Comisión del Estatuto del Diputado porque entendemos que hubo un trato discriminatorio entre los portavoces. En Marea fue amordazada y creemos que esto no es casual y responde a un intento deliberado por parte del PP de que los que somos verdadera alternativa podamos expresar nuestra posición política", ha zanjado.