SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Xunta y jefe de filas del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, ha criticado con dureza la postura del alcalde de Santiago, Martiño Noriega, ante los altercados originados a raíz de la clausura de un local okupa, que concluyeron con seis agentes heridos y un detenido. "El problema es que, a veces, las poses de partido alternativo se le van de las manos a ese partido alternativo", ha dicho sobre Compostela Aberta tras reprobar el "espectáculo lamentable" ofrecido.
Y es que, como ha sostenido, "un gobierno democrático no debería tener dudas a la hora de posicionarse" sobre estar "a favor de que se cumpla la ley, se mantenga la convivencia y haya respeto por parte de todos los ciudadanos". "No hay términos intermedios: no hay un poco de convivencia, un poco de violencia", ha enfatizado, antes de recalcar que, por su parte, "no" tiene "dudas". "Yo estoy con el Estado de Derecho", ha resuelto.
Sin dejar de hacer hincapié en que no se puede pedir "respeto" por los propios derechos mientras "se okupan viviendas" ajenas, al ser preguntado sobre las quejas del regidor por no haber sido informado de la actuación policial ha respondido que él "tampoco" recibió ningún aviso. De hecho, ha defendido que sería "desproporcionado" que la Delegación del Gobierno avisase a "todas" las autoridades cada vez que recibe una sentencia.
Precisamente en la sentencia ha puesto el foco el jefe del Ejecutivo autonómico, pues la decisión de clausurar el local okupa situado en el centro histórico de Santiago fue de "un juez", que repuso "la legalidad y la propiedad de un inmueble en beneficio de sus únicos y legítimos propietarios" sin que se produjese "ningún altercado".
A partir de ahí, según su relato de los hechos, "se montaron unos actos violentos" en los que varios agentes fueron "agredidos y lesionados por parte de personas que no estaban, en ningún caso, ejerciendo ningún derecho, sino conculcando los de todo el mundo". Así es que Feijóo ha agradecido el trabajo de estos funcionarios, que "fueron agredidos y golpeados simplemente por cumplir con su deber".
Dicho esto, ha esgrimido "la información" con la que cuenta y "la documentación incautada" en el cierre del citado local para afirmar que "no se puede decir que fuera un colectivo estrictamente cultural". "Es un colectivo que no acepta las normas de convivencia, que falta al respeto a todo el mundo y que lesiona y agrede a funcionarios públicos", ha sentenciado el presidente, para finalizar insistiendo en que "ahí no se puede estar sin posicionarse".