Considera que su paso ha sido "decepcionante" por el nivel de los debates pero se lleva gente a la que "aprecia"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
El diputado de Alternativa Galega de Esquerda David Fernández Calviño dejará la Cámara gallega el próximo 31 de octubre, puesto que el primero de noviembre tiene que "tomar posesión" de su nuevo puesto de trabajo en un proyecto de investigación en Copenhague. Allí, retomará la carrera científica a la que en Galicia no había podido volver pese a sus dos carreras y su formación de postgrado en Suecia, lo cual le había abocado al paro hasta que accedió al escaño --hace un año-- por la circunscripción de Ourense.
"Evidentemente me siento expulsado, porque el trabajo que quiero ejercer no lo puedo ejercer en mi país. Me considero un emigrante más, aunque voy a tener un buen trabajo y un buen salario", ha manifestado, en una entrevista concedida a Europa Press, tras el anuncio de que dejará la política, al menos, "a corto plazo". "Porque no estando fuera poco voy a poder hacer; no creo que me presente a las elecciones de Dinamarca", ha bromeado.
"Si pudiese ejercer la ciencia y pudiese investigar aquí, evidentemente, no me marchaba", ha advertido este diputado ourensano de 34 años, que doctor e ingeniero agrónomo y de montes. "El periodo que estuve fuera fue para formarme , era un requisito importante para poder desarrollar (mi trabajo), pero después ya no pude retornar a mi trabajo aquí", ha expuesto.
Fernández Calviño asegura que hace lo que "considera mejor" para él y no lo atribuye a nada "extraordinario" pese a que no es habitual que un político que apenas acaba de conseguir entrar en una cámara deje este puesto para volver a su profesión.
"SI PUDIESE HACERLO AQUÍ, IGUAL LO COMPATIBILIZABA"
"Si pudiese ejercer mi profesión aquí, igual lo compatibilizaba, pero como no tengo esta posibilidad porque la investigación en España está totalmente desecha, me tengo que buscar la vida fuera", ha expresado Fernández Calviño, quien ha asegurado que desde el punto de vista político "no" fue difícil tomar esta decisión.
Y sobre si espera ser uno de los científicos rescatados por el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, como avanzó en el debate de política general, el diputado de AGE ha advertido de que lo que planteó el presidente autonómico "es una cuestión trampa, porque está hecho para personas que puedan captar gran financiación europea, y que puede ser una o dos personas al año".
"En Galicia había muy pocas personas que tenían esa financiación europea, y uno de ellos se marchó recientemente para Euskadi porque le ofrecían mejores condiciones para investigar", ha evidenciado Calviño, quien ha dicho, no obstante, que "¡ojalá toda la gente que está fuera pueda volver con esto!". "Pero visto lo que hay, no deja de ser algo que ofrecen, pero a lo que va a poder acceder poca gente", ha apostillado.
"EFÍMERO Y DECEPCIONANTE"
Su paso por el Parlamento gallego reconoce que ha sido "efímero" y le agrega el calificativo de "decepcionante". "Tenía una idea del Parlamento que era un sitio con más nivel intelectual y donde había debates de más calado de los que hay", ha juzgado.
En todo caso, afirma que se lleva "muchas cosas buenas", sobre todo, el trabajo externo, que le ha resultado "muy gratificante". "Los contactos fuera me resultaron muy satisfactorios, porque sí me gusta la política; y hay determinadas personas a las que aprecio bastante de otros grupos", ha asegurado. "No da tiempo a entablar amistades, pero sí hay personas a las que tengo aprecio", ha sentenciado.
Sobre si cree que va a ser recordado como el primer diputado que fue expulsado de la Cámara de la Legislatura (y en muchos años), David Fernández Calviño ha asegurado que "no lo sabe", pero ha admitido que le da "un poco igual". "Y si soy recordado por mi expulsión, lo que se puede recordar es que si coges el reglamento fue una expulsión ilegal", ha sentenciado.
Por otro lado, indicó que cuando se conformó la candidatura electoral por Ourense él ya había advertido de la posibilidad de que si le surgía una oportunidad para su carrera científica que podría irse. "Mis compañeros lo aceptaron y dijeron que no había ningún problema; en ese sentido no me siento mal", ha indicado, antes de apostillar que "de hecho, no hay nadie imprescindible" y quien venga lo hará igual o "mejor".