Expertos señalan que el procesado, para el que su letrado pide la calificación de homicidio, no presenta "ningún trastorno"
A CORUÑA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Fiscalía y acusación particular mantienen la petición de 25 años de cárcel para un hombre acusado de asesinar a su pareja en el barrio coruñés de O Birloque, en septiembre de 2021, tras querer ella romper la relación, con una convivencia previa desde julio.
Ambas retiran la petición de delito de hurto, por el que reclamaban el pago de una multa, al considerar que este no ha quedado "plenamente acreditado" en la prueba del caso.
La defensa, por su parte, ratifica la petición de calificación de homicidio para el procesado, así como la aplicación, entre otras, de la atenuante de arrebato u obcecación y de haber actuado tras el consumo "de alcohol y drogas tóxicas".
Así lo han manifestado en la lectura de conclusiones, en la vista celebrada este lunes, con Tribunal de Jurado, en la Audiencia Provincial de A Coruña.
AGRAVANTES Y ATENUANTES
En las mismas, la fiscal y acusación particular mantienen las agravantes de alevosía, parentesco y género e inciden en ausencia de "colaboración" por parte del encausado, así como en su falta de arrepentimiento.
En contraposición, la defensa ha mantenido la reclamación de calificación de homicidio para el procesado, quien en la primera sesión del juicio alegó, entre lágrimas y temblores, consumo de drogas y alcohol el día de los hechos.
Esta parte sostiene que el encausado tenía sus capacidades volitivas y cognitivas afectadas, algo que rechazan las anteriores así como los expertos que elaboraron los informes psicológicos del hombre.
EL ACUSADO, "NINGÚN TRASTORNO"
En la misma línea, en esta jornada, antes de dar lectura a las conclusiones, ha declarado una de las psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) que evaluó al procesado. "No existe ningún trastorno de personalidad, ni síndromes clínicos graves, ni trastorno psicótico", ha afirmado, en calidad de perito, para añadir que sí presenta un "historial de dependencia de alcohol y otras sustancias".
Cuestionada por la fiscal sobre la percepción de la realidad del acusado en el momento de los hechos, ha asegurado que "no hay ningún elemento que indique que tenía alterada su capacidad cognitiva".
En relación a los hechos, las acusaciones sostienen que con un cuchillo le asestó varias puñaladas a la víctima, alguna por la espalda, "de forma sorpresiva y repentina" cuando ella le comunicó que quería romper la relación y que abandonase el piso.