Peritos creen que la gravedad de las lesiones en el ataque en casa "no se ven en un robo" y que los golpes "intentaban anular a la víctima"
OURENSE, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los forenses que analizaron el cuerpo de Isabel Fuentes, de 66 años, supuestamente asesinada por su marido, Aniceto R.C., de 77 años, en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) en 2015, han certificado que la mujer recibió dos heridas con un cuchillo, una "de tanteo" y otra en la que el agresor introdujo hasta cuatro veces el arma y que le atravesó el corazón "tres veces".
Así lo han confirmado este martes en la Audiencia Provincial de Ourense durante la prueba pericial anticipada al juicio, que tendrá lugar entre los días 19 y 22 de junio, y que se ha adelantado por la imposibilidad de uno de los forenses de acudir en esas fechas.
Los hechos que se juzgan tuvieron lugar el 8 de mayo de 2015 en el CHUO cuando el acusado supuestamente mató a su esposa, Isabel Fuentes, al clavarle un cuchillo. La mujer se recuperaba de un traumatismo craneoencefálico que, según había relatado su marido, le habían provocado unos ladrones al intentar robar en su casa la madrugada del 2 de abril.
Desde un primer momento la Guardia Civil había descartado la tesis de una agresión por robo, ya que no habían encontrado la puerta forzada y las investigaciones apuntaban a una posible agresión por parte del marido
"AL MENOS TRES GOLPES" CON UN INSTRUMENTO CONTUNDENTE
Respecto a la primera agresión, sufrida en su domicilio, los forenses han determinado que la víctima sufrió "al menos tres golpes" en la zona derecha de la cabeza, cuando se encontraba acostada en el sofá, con un "instrumento contundente".
Los forenses han explicado que dos de estas heridas fueron "muy graves" y podían "haberle provocado la muerte". En una de ellas, que iba desde el ojo al oído derecho, certificaron la pérdida de hueso y "parte de cerebro fuera".
En sus explicaciones, los peritos señalaron que el instrumento que provocó la lesión probablemente fue la parte de la uña de un martillo, por considerar compatibles las heridas que presentaba la víctima con que el objeto "se quedara en el cráneo y al tirar de él se llevara fragmentos de hueso y masa encefálica".
"En intentos de robo no se ven tantas lesiones. Esto iba dirigido contra ella", ha explicado uno de los forenses, para el que los golpes "intentaban anular a la víctima".
Los técnicos no pudieron certificar que la mujer llegase a ser consciente ni recordar el ataque. Tampoco apreciaron signos de que llegase a defenderse.
LEVANTÓ EL CAMISÓN PARA VER DÓNDE AGREDIRLA
En relación a la agresión en el CHUO que provocó la muerte de la mujer, han explicado que el agresor había levantado el camisón (que no tenía cortes) de la víctima "probablemente" para ver dónde agredirla y que tenía dos heridas: una que no llegó a penetrar en el tórax y una segunda "que presentaba varias trayectorias de salida".
Respecto a ésta última y atendiendo a la forma de la incisión los forenses han explicado que el agresor tuvo que "meter y sacar el cuchillo, sin retirarlo del todo" en cuatro ocasiones. Tres de estos cortes le atravesaron el corazón y llegaron al pulmón.
Los forenses coincidieron en que las heridas "son compatibles" con el arma que se encontró en el CHUO junto al cuerpo de su esposo, cuando éste se encontraba inconsciente después de haberse autolesionado en el cuello.
AÑOS DE PRISIÓN
El Ministerio Fiscal considera al procesado responsable en concepto de autor y añade la agravante mixta de parentesco en ambos delitos. Así, solicita 14 años de prisión por el intento de asesinato y 25 años de cárcel por el delito consumado de asesinato. En total la pena que pide asciende a 39 años.
Mientras, la acusación particular reclama 49 años de prisión por considerar que la agresión se realizó con el agravante de ensañamiento y actuación sorpresiva. La abogada de la acusación particular, Isabel Seijo, ha justificado este martes su petición en "la energía e inquina" que tenían los dos actos de agresión.
Para Seijo, el asesino "tenía ánimo de matar en la primera y en la segunda agresión" y, al no conseguir su objetivo en la primera de las agresiones, "fue a rematarla" cuando estaba convaleciente en el CHUO.
LA DEFENSA SOLICITA SIETE AÑOS
Por su parte, la defensa solicita siete años, tres en el caso de lesiones por el suceso acaecido el 2 de abril de 2015, y cuatro en el caso de homicidio, donde propone la atenuante de trastorno mental transitorio. La defensa ha destacado que en la agresión que tuvo lugar en el domicilio familiar si su cliente no hubiera avisado a los servicios de emergencia "la mujer hubiera muerto".
El agresor llegó a la Audiencia Provincial escoltado por la Policía y permaneció en silencio durante toda la sesión. Al inicio de la sesión, personal de Justicia le quitó la visera que luce siempre.