SANTIAGO DE COMPOSTELA, 8 May. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición han demostrado por primera vez que dos proteínas, la p53 y la p63, regulan la cantidad de grasa que almacena el hígado, por lo que podrían convertirse en dos nuevas dianas para el tratamiento de la esteatosis o enfermedad del hígado graso.
Este trastorno, producido por la acumulación de grasa y acompañada de procesos inflamatorios, es una enfermedad progresiva que puede acabar desencadenando un cáncer de hígado y para la que aún no hay un tratamiento. Además, también está ligada a la obesidad y la diabetes tipo II.
Por su papel como supresoras tumorales, se había documentado la capacidad de p53 y p63 como factores de transcripción, regulando el ciclo de desarrollo celular, la capacidad de proliferación o como inductores de la muerte celular programada (apoptosis), pero "su labor en el metabolismo es prácticamente desconocido", ha explicado Rubén Nogueiras, uno de los autores de este estudio que publica la revista 'Nature Comunications'.
Su trabajo revela la posibilidad de revertir la esteatosis al mostrar por vez primera que la activación de p53 y la inhibición de p63, y más concretamente una isoforma específica llamada TAp63, reducen la acumulación de grasa en el hígado de modelos animales con esteatosis, dado que disminuye la síntesis de los lípidos.
A estos datos los investigadores también añaden la corroboración obtenida en células hepáticas de origen humano, dado que pacientes con esteatosis presentan niveles elevados de p63, de ahí que los resultados pueden ser "clínicamente relevantes".
LÍNEA DE TRABAJO
Los nuevos hallazgos conforman una línea de trabajo que coordina Rubén Nogueiras desde comienzos de esta década y que hace unos meses ya permitió a su equipo descubrir en ratones un mecanismo en el cerebro que podría ayudar a curar la esteatohepatitis.
En este trabajo previo, el equipo de investigación reveló como el bloqueo de algunas substancias opioides en zonas específicas del cerebro evita que los ratones desarrollen la enfermedad.
El reto principal de este grupo de investigación está dirigido a descifrar las complejas y múltiples vías moleculares que causan la obesidad y la diabetes tipo 2 y que ha alcanzado constantes hallazgos y reconocimientos en los últimos años.
En la investigación han participado también personal investigador de Center for Cooperative Research in Biosciences del País Vasco (CIC Biogune), del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd), del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), del Hospital Universitario de Salamanca y de la Universidad de Córdoba.