"Siempre debe haber algo que solventa o corrige la situación de riesgo", sostiene este técnico
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Manuel Ramos, responsable de seguridad de Thales, empresa integrante de la UTE que suministró el 'ERTMS' para la línea Ourense-Santiago, ha reiterado que un riesgo exportado "debe considerarse como un riesgo que debe ser gestionado".
Ramos ha comparecido en la décimo sexta jornada del juicio por el accidente del Alvia, con anterioridad al ex jefe de seguridad de Renfe Antonio Lanchares.
A preguntas de las partes, ha dicho no recordar si el riesgo de exceso de velocidad en el punto del siniestro estaba "exportado a un destino concreto o simplemente exportado".
En cualquier caso, ha subrayado que "en las siguientes fases debe considerarse como un riesgo que debe ser gestionado". La UTE se encargaba del dossier de seguridad de la línea por encargo de Adif.
Precisando ante el fiscal que lleva 10 años fuera del mundo ferroviario, este técnico ha señalado que en la línea Ourense-Santiago "la UTE tomó un rol un poquito más relevante" que en anteriores obras.
Por lo demás, ha apuntado a reuniones con Ineco, el evaluador independiente que analizó su dossier de seguridad, y ha recordado que hubo un "retranqueo" por el cual finalmente el proyecto de la línea fue cambiado y el 'ERTMS' no cubrió la vía hasta la estación de Santiago.
Por su parte, ha recalcado que un accidente es una concatenación de "distintos fallos". "Un fallo único siempre debe haber algo que solventa o corrige la situación o minora el posible riesgo", ha sostenido. "Siempre debe haber un sistema o algo, un proceso, que regule cómo actuar en caso de que ocurra esta situación", ha incidido.
"CONTROL ECONÓMICO"
Después de él ha comparecido Francisco Abadía, quien ha limitado su función en la UTE a "vigilar el proceso administrativo" en cuestiones como los plazos. "Hacía un seguimiento de los porcentajes de cumplimiento de documentación que se iba entregando a Ineco", ha expuesto.
En este sentido, ha explicado que se dedicó "más a control económico y avance de obra que a estas cosas" relacionadas con la seguridad y ha indicado que la modificación del proyecto supuso una reducción de los costes del 16%.