Asegura que la Justicia "avaló" el tratamiento de la pequeña y espera que ahora también "ayude a tomar la decisión posible"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), Luis Verde, ha explicado que se ha puesto en conocimiento del juzgado "la situación actual" de Andrea, la niña de 12 años con una enfermedad degenerativa e irreversible para la cual sus padres piden una muerte digna, con la finalidad de ver "si refrenda continuar con el plan terapéutico que autorizó en julio o llevar a cabo alguna modificación del mismo".
En declaraciones a los medios, el gerente del CHUS ha desvelado que los profesionales del servicio de Pediatría actúan "siguiendo un auto judicial" del mes de julio a instancias de los propios facultativos. No obstante, ante la petición de los padres de la pequeña, que reclaman que se le retire la alimentación artificial, y "de cara a salvaguardar los derechos de la menor", se ha vuelto a poner en conocimiento del juzgado la situación actual de Andrea.
"Seguiremos actuando conforme a lo que marca la legislación y la buena práctica clínica", ha afirmado Luis Verde, quien ha defendido que el servicio de Pediatría actúa "en la línea que marcan los principios de la buena práctica clínica y de la ética asistencial" y ha negado que en este caso exista una obstinación terapéutica. Al respecto, ha insistido en que los pediatras intentan cumplir esa limitación del esfuerzo terapéutico que solicita la familia y que están "también siguiendo un auto judicial previo del mes de julio pasado".
Así es que ahora se facilitará al juzgado tanto la historia clínica como el informe del comité de bioética --que avala la retirada del soporte mediante el cual es alimentada-- para que "ayude a tomar la mejor decisión posible" para Andrea, según sus propias palabras. "El servicio de Pediatría entiende que ya está ejerciendo esa limitación del esfuerzo terapéutico", ha avalado, y ha juzgado "razonable" poner en conocimiento de la Justicia "la nueva situación" para que "vuelva a orientar" las actuaciones médicas.
Andrea nació hace 12 años con una enfermedad neurodegenerativa grave y su estado empeoró el pasado mes de junio, cuando sufrió una hemorragia gastrointestinal que la llevó al hospital. Sus padres piden para ella una muerte digna y, si bien los médicos aseguran que no será reanimada ni tratada si surge alguna enfermedad aguda, también indican que su vida en este momento no depende de ningún soporte mecánico para mantener sus funciones. Su única dependencia, añaden, es porque no traga alimentación, por lo que recibe directamente en el estómago líquidos y nutrientes mediante gastrostomía, que es la técnica "menos agresiva".
PLAN TERAPÉUTICO
Al respecto, el único comentario que ha hecho el gerente del CHUS es que Andrea se encuentra "estable" y ha apelado a la "confidencialidad" de la información clínica para no revelar más información al respecto.
Ni siquiera ha informado de qué pautas impuso la Justicia el pasado mes de julio para la asistencia de Andrea, y simplemente ha indicado que "hay un plan terapéutico que se está aplicando y que en su momento el juzgado avaló", después de que el servicio de Pediatría lo pusiese en su conocimiento.
En cuanto a la posibilidad de que se produzca un cambio de criterio, Luis Verde ha asegurado que se actuará en función de lo que marque el juzgado y ha apuntado que las resoluciones de este tipo tardan "muy poco".
Con todo, ha pedido "calma" para resolver las discrepancias que los médicos y la familia mantienen sobre "el alcance de las actuaciones" clínicas. "Estamos hablando de un paciente crónico, que hace 12 años que vive y tiene este padecimiento y es necesario tomarse, dada la importancia del caso, el tiempo y la calma suficientes para actuar del mejor modo posible para la paciente", ha evidenciado.
Cuestionado sobre si puede decidir mejor sobre la situación clínica de una persona un juzgado que un equipo médico, ha resuelto que "la interpretación de las leyes corresponde a los jueces", de modo que a ellos toca resolver las "discrepancias".
OBJECIÓN DE CONCIENCIA
Al hilo de este caso, el gerente del CHUS ha rechazado entrar "en juicios de valor" sobre si la decisión de los médicos guarda relación con un sentimiento de desprotección a la hora de aceptar poner fin a la vida de Andrea.
"Nuestros clínicos siempre actúan con arreglo a los principios de la ética y de la buena práctica clínica, y no creo que tengan ninguna limitación ni sensación para no poder hacerlo así", ha zanjado, y también ha esquivado la posibilidad de que responda a una objeción de conciencia médica.
"Ya he dicho en lo que estamos", ha atajado, para resumir que se trata de "una discrepancia sobre el alcance de las actuaciones". "Los pediatras entienden que ya están practicando esa limitación del esfuerzo terapéutico y siguiendo el plan, y hay discrepancia sobre el alcance de esto. Por tanto, lo mejor es aclararlo", ha finalizado Luis Verde.