SANTIAGO DE COMPOSTELA 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, ha censurado este miércoles "el servilismo" del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al aceptar "los plazos y las condiciones" impuestos por el Ministerio de Fomento para la llegada del AVE a Galicia.
"La crónica de una rendición anunciada", ha resumido Villares, en rueda de prensa, la reunión entre el titular de Fomento, Íñigo de la Serna, y Feijóo, al que ha considerado "un buen subordinado" de Génova.
Más allá de las críticas a la postura del mandatario autonómico, el magistrado en excedencia también ha cargado contra el "engaño flagrante" que supone comprometer la alta velocidad ferroviaria para 2019. "No es verdad, será en 2022", ha sostenido, a la vista de que se excluyeron del calendario los 17 kilómetros entre Ourense y Taboadela.
La fecha, por tanto, es desde su punto de vista "una maniobra cosmética" para un nuevo aplazamiento de esta obra, ya comprometida "para 2010, 2012, 2015, 2018" por el Ministerio de Fomento.
En paralelo, Luís Villares también ha recriminado a Feijóo que "tragase con la verdadera chambonada" de que el último tramo de Ourense discurra sobre la vía actual. "Es una absoluta burla", ha sentenciado.
A este respecto, ha dejado claro que su grupo no pide "nada que tengan los demás" territorios, y que significa contar con el tren de alta velocidad "en las mismas condiciones de seguridad y confianza". Así pues, ha rechazado la "decisión transitoria" que supone utilizar un material "que no reúne los estándares" marcados.
INVESTIGACIÓN DE ANGROIS
A renglón seguido, preguntado sobre el ofrecimiento del portavoz del PPdeG, Pedro Puy, a aprobar una declaración institucional en la Cámara para solicitar una investigación independiente sobre el siniestro de Angrois, ha rechazado esta vía.
"Pedimos una comisión de investigación, eso es lo que hay que aprobar", ha zanjado, desde el convencimiento de que conocer "la verdad" es "la única manera de aliviar el sufrimiento de las víctimas" y "la carga de desconfianza" que se instaló en la sociedad tras el accidente.