En la últimas generales se quedó con solo el 1% de los votos y busca evitar "una fragmentación mayor del espacio progresista" gallego
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
En Marea no concurrirá a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre para evitar "una fragmentación mayor del espacio progresista" en Galicia ante la "falta de voluntad" de las fuerzas para conformar una candidatura "única".
A través de un comunicado, el partido liderado por Luís Villares ha informado de esta decisión adoptada este sábado en un plenario extraordinario, que ha servido para revisar la situación política de la formación ante los próximos comicios.
En este sentido, En Marea lamenta que "la falta de voluntad" de las fuerzas gallegas "progresistas" para concurrir bajo una lista única "imposibilitará" que Galicia cuente con una representación "eficaz" en Madrid.
De igual modo, el partido considera que, de presentarse en solitario al margen de esta alianza, supondría "una fragmentación mayor del espacio progresista gallego", lo cual "actuará en contra de los intereses de la ciudadanía" y favorecería el "avance de las derechas".
En vista de esta situación, el plenario de En Marea ha acordado no concurrir a las generales "como un ejercicio de responsabilidad" para "no contribuir" a esta "atomización" de la izquierda. Sin embargo, la organización se compromete a "seguir trabajando en todos los frentes políticos e institucionales" con "especial hincapié" en tres grandes emergencias que detecta: "la climática, la feminista y la de la igualdad social".
EL 1% DE LOS VOTOS EN LAS ÚLTIMA GENERALES
En Marea cosechó el 1% de los votos en las generales de abril en Galicia. Se presentó en solitario tras no llegar a acuerdo con Podemos, Anova y EU, fuerzas con las que había concurrido en 2016.
Actualmente, el portavoz de la formación, Luís Villares, se encuentra en el Grupo Mixto del Parlamento con otros tres diputados afines tras romperse el grupo de la formación instrumental a consecuencia de sus desavenencias.
La crisis interna abierta con la elección del senador por designación autonómica que correspondía a En Marea como segunda fuerza en el Parlamento de Galicia precipitó en junio una ruptura que existía 'de facto' desde hace tiempo entre los diputados críticos con Villares y los afines al magistrado lucense.
En las últimas generales se escenificó el divorcio con la división en dos candidaturas que compitieron entre sí: la En Marea de Villares, que obtuvo menos de 18.000 votos, y la coalición En Común-Unidas Podemos, integrada por EU y Podemos y que se hizo con dos diputados. Anova, por su parte, quedó descolgada y optó por no concurrir a los comicios del 28 de abril, igual que tampoco hará en noviembre.
La ruptura en el Parlamento supuso que los diputados que se quedaron en el grupo de En Marea eran los que renegaban de su pertenencia al partido instrumental, por lo que cambiaron el nombre del grupo parlamentario a Grupo Común da Esquerda. Mientras, los diputados en el mixto son leales al proyecto nacido en la asamblea de Vigo celebrada en julio de 2016, menos de dos meses antes de las elecciones autonómicas en las que el proyecto rupturista logró 271.418 votos y 14 escaños.
De aquel espacio, ahora En Marea ha decidido no presentarse a las generales, igual que tampoco Anova. En cambio, sí concurrirán por separado Galicia En Común (Podemos y Esquerda Unida) y Más País (que se presentará por las provincias de A Coruña y Pontevedra. Las mareas de A Coruña y Santiago no se decantaron por nadie en los comicios de abril, aunque la de Ferrol sí lo hizo por Galicia en Común.