Las bases enmendaron la tesis de la dirección sobre el abandono del "rupturismo" y aprobaron el sistema de cuotas para la militancia
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de En Marea, Luís Villares, ha reivindicado que la organización que él mismo encabeza representa "lo que necesita la política gallega" en el polo progresista y aspiran a seducir al electorado que no se siente identificado con un PSdeG cercano al "liberalismo", la falta de "transversalidad" de Podemos o el proyecto nacionalista de un BNG "que no es capaz de llegar a las mayorías sociales" al tener "una capacidad de expansión limitada".
"Sin nosotros el panorama político gallego estaría incompleto", ha aseverado este martes Villares en una rueda de prensa en la que, acompañado por las viceportavoces de la dirección Ana Seijas y Victoria Esteban, ha informado sobre las nuevas tesis políticas de En Marea aprobadas en un plenario celebrado el pasado sábado en Santiago que ha supuesto "un punto y a parte" para la organización nacida en 2016 como herramienta política del 'rupturismo' y la llamada 'unidad popular'.
Las nuevas tesis de la organización que lidera el magistrado en excedencia abogan por abandonar la política de alianzas para concurrir en solitario a los procesos electorales. Por otra parte, las bases de En Marea enmendaron la propuesta de la dirección que apostaba por dejar a un lado el concepto de "rupturismo", entendido como una impugnación al sistema sociopolítico surgido en la Transición española.
Así, el documento político aprobado por los 200 asistentes al plenario suaviza la postura de la cúpula de En Marea, que pretendía abandonar el "rupturismo" de manera definitiva por considerar que en el actual contexto la "ventana" estaba "cerrada" para la "superación del régimen político de 1978 mediante procesos constituyentes".
De este modo, la tesis definitiva, a la que ha tenido acceso Europa Press, reconoce que se perdió "una oportunidad en el conjunto del Estado" para lograr un "cambio político mediante un proceso constituyente". "Pero debemos seguir empujando para que esa ventana vuelva a abrirse y que En Marea sea decisoria en la nueva configuración que salga del futuro proceso constituyente", concluye.
SISTEMA DE CUOTAS A MILITANTES
Además, también recibió luz verde la nueva configuración orgánica de la organización por la que En Marea contará con dos clases de militantes: los inscritos con plenos derechos y los meros simpatizantes. Los primeros deberán abonar una mensualidad de cinco euros al mes (con tarifa reducida para casos de dificultades económicas) y tendrán voz y voto en las decisiones del partido. Los segundos, únicamente podrán emitir su opinión pero no tomar parte en los procesos internos de En Marea.
A preguntas de los medios, Villares ha negado que la implantación de dos niveles de militancia suponga "en ningún caso" romper con los principios fundacionales de En Marea, que se reivindicaba como una herramienta política abierta a toda la ciudadanía de Galicia.
"En ningún caso se rompe con los principios fundacionales porque establecían la compatibilidad con el sistema que implantamos ahora", ha dicho Villares, que afirma que el cobro de cuotas a los militantes va en la línea de dotar a En Marea de "suficiencia financiera" y así "no depender de los créditos ni de las subvenciones de las instituciones públicas".
PROYECTO PROGRESISTA, GALLEGO Y TRANSVERSAL
Así las cosas, y ya con Esquerda Unida, Podemos y Anova fuera de la organización, En Marea encara esta nueva etapa en solitario con la vista puesta en las elecciones gallegas previstas para el próximo año, una cita en la que confían en contribuir a la formación de "un frente amplio progresista" que acabe con el gobierno del PPdeG de Alberto Núñez Feijóo.
"Los problemas reales tienen que tener una respuesta en clave progresista amplia. Hemos querido recuperar el discurso trasversal en el que siempre quisimos estar. Sin nosotros el panorama político gallego estaría incompleto", ha aseverado Villares.
En Marea apela así a seducir al electorado que tras el último "quinquenio" marcado por la irrupción de la llamada "nueva política" pueda acabar "en la abstención" por la desafección ante la falta de "ilusión".
De este modo, Villares afirma que la organización que encabeza constituye una opción "diferente" a un Partido Socialista que cree más cercano al "liberalismo" que a la "socialdemocracia", a un Podemos "cada vez más echado a un lado" al haber "abandonado la transversalidad" y a un Bloque que "no es capaz de llegar a las mayorías sociales" por "su capacidad de expansión limitada".
Todo ello, ha continuado Villares, en torno a los "ejes" ideológicos del feminismo y la defensa del medio ambiente, apostando por "repensar" el modelo de "obsesión por la productividad" del mercado laboral hacia una idea de "redistribución del trabajo" y la implantación de la renta básica universal.