SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Francisco Manuel González, el mariscador que encontró el teléfono móvil de Diana, asegura que el aparato estaba "laminado" y parecía dañado, pero que ni él mismo ni otra persona de su círculo cercano intentó desbloquearlo o manipularlo antes de entregarlo a la Guardia Civil.
Así lo ha señalado durante su testimonio en la sesión de este jueves. Por aquel entonces, trabajaba en la cofradía de Rianxo, y se encontraba en la zona del Puerto la noche en la que se encontró el teléfono de Diana Quer, en concreto el 27 de octubre de 2016.
Francisco se encontraba debajo del puente, hacia la Ría, entre el sexto y el séptimo pilar de la autovía, la AG-11. "Estaba trabajando normalmente y cuando salía para arriba se me vino el teléfono en el rastro (el utensilio que utilizaba en su tarea)", ha explicado.
En ese momento, pensó que podía tratarse del aparato propiedad de la desaparecida, puesto que había visto en televisión que se trataba de un Iphone de color gris.
"Pensé que podría ser. Y como estaba a punto de terminar mi jornada laboral lo puse en el capacho, salí para fuera, y lo entregué", ha explicado, para matizar que lo llevó a la lonja y se puso en contacto con la Guardia Civil.
A pesar de ello, no pudo concretar la hora en la que halló el teléfono en si, puesto que su trabajo depende "de las mareas" y no está pendiente "de un horario fijo".
NO LO INTENTÓ DESBLOQUEAR
Una de las cuestiones que intenta aclarar la investigación del caso radica en que alguien intentó desbloquear el teléfono de Diana hasta en tres ocasiones.
Al respecto, el declarante ha asegurado que ni él ni nadie de su círculo cercano intentó manipular el aparato, aunque sí ha explicado que parecía dañado, con un golpe en una esquina y la pantalla laminada.