MADRID 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El móvil de Diana Quer hallado casualmente este jueves por un mariscador en el muelle de Taragoña, en la localidad coruñesa de Rianxo, supone la primera pista material de la joven de 18 años tras más de dos meses de búsqueda infructuosa de la Guardia Civil, que llegó a movilizar a un centenar de agentes al considerar de alto riesgo esta desaparición.
La aparición del móvil tiene una importancia relativa para la investigación ya que, si bien refuerza la tesis de que la joven pudo montarse en un coche que se desplazó hasta la zona de Taragoña, no hace sino confirmar lo que ya se sabía a través de la señal emitida por este aparato, según su enganche a los diferentes repetidores, han explicado a Europa Press fuentes de la investigación.
La Guardia Civil trabaja también con el testimonio de vecinos que aseguran que, el día que desapareció Diana, vieron dos coches en el muelle de Taragoña. Siempre según estos testimonios, la joven se bajó de un coche para montarse en otro en el que se habría conseguido ver a un hombre de "mala pinta".
Además, estas fuentes recuerdan que los investigadores consiguieron a mediados de septiembre acceder al contenido del móvil a través de una activación remota y previa autorización judicial. El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, explicó a la prensa este extremo tras el revuelo por la lectura de mensajes en la aplicación de Whatsapp desde el número de Diana Quer.
"No quiere decir que Diana Quer haya activado su móvil sino que es la Guardia Civil la que ha accedido a la información", precisó Fernández Díaz el 23 de septiembre. En un documento de balance al que tuvo acceso Europa Press, la Guardia Civil sostenía días antes, el 21 de septiembre, que seguían buscando "la pista que conduzca a un sospechoso sin descartar ninguna hipótesis".
DONDE SE PIERDE LA SEÑAL
El móvil ha sido encontrado por una persona que se dedica al marisqueo en la zona de Rianxo, donde algunos testigos supuestamente situaron a la chica el día de su desaparición, en concreto en el área del muelle de Taragoña. Es un punto que los investigadores han rastreado porque es aquí donde se pierde la señal del móvil de la joven desaparecida el 22 de agosto cuando veraneaba en A Pobra do Caramiñal.
Este municipio donde pasaba las vacaciones Diana con su madre y su hermana menor se encuentra a unos 15 kilómetros del puente de Taragoña. Es aquí donde se pierde el rastro de la señal del teléfono móvil, que se quedó sin batería y, por tanto, se volvió indetectable para la Guardia Civil. Con anterioridad al hallazgo del celular, los investigadores ya habían rastreado casas abandonadas y otros lugares de esta zona para tratar de encontrar, sin éxito, una pista de la joven madrileña.
Diana López-Pinel, la madre de la joven, ha insistido esta semana que todas sus hipótesis apuntan a que su hija "va a aparecer con vida y que está bien", insistiendo en la posibilidad de que su hija se encuentre en Estados Unidos, algo que su exmarido, Juan Carlos Quer, descarta y tacha de "fantasía", según recogió 'La Voz de Galicia'.
El sumario relativo a esta investigación permanece bajo secreto por orden del juzgado de instrucción número uno de Ribeira (A Coruña) hasta el 20 de noviembre, según la última prórroga acordada. La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Noia y la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil --que el 29 de agosto desplazó desde Madrid a un comandante, un capitán, un sargento y cuatro agentes-- escudriñan cada detalle en un caso en el que se están empleando todos los recursos.
En este tiempo, se han realizado más de 200 entrevistas y un centenar de declaraciones, lo que revela la complejidad de un caso en el que la Guardia Civil ha cotejado la información de 15.000 matrículas de vehículos --la mayoría de baja calidad-- y analizado numerosos móviles y repetidores para analizar la señal y el tráfico de los terminales, incluyendo el de los padres, Diana López-Pinel y Juan Carlos Quer.
La intensidad de la búsqueda se pone de manifiesto con las gestiones de las fuerzas de seguridad: se ha tomado testimonio a los amigos de Diana en A Pobra y Madrid; a las personas que frecuentaron el bar de este pueblo coruñés donde fue vista la noche que desapareció; se han chequeado hospedajes y recabado testimonios de un sinfín de conductores de taxi, autobuses y trenes; realizado gestiones con talleres mecánicos por si hubiera sufrido un atropello; obtenido imágenes de cámaras de semáforos y carreteras como la AG-11 y la AP-9; controlado embarcaciones de recreo y rastreado puntos de difícil acceso como cuevas y acantilados.
"ME ESTOY ACOJONANDO"
La última vez que se vio a Diana Quer fue la madrugada del 22 de agosto. Su móvil se quedó sin batería pasadas las cuatro de la mañana. La joven veraneaba con su madre y su hermana Valeria en A Pobra do Caramiñal, un pequeño municipio coruñés que celebraba una verbena veraniega. Días antes había estado con su padre en Ibiza, cumpliendo con el reparto fijado tras el divorcio de Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel.
El grupo de amigos en este municipio ha confirmado que Diana se despidió de ellos para irse andando a su casa. A las 2,40 horas escribió un mensaje en la aplicación móvil de Whatsapp a un amigo, al que dijo que un "gitano" la estaba increpando.