Joaquín Almunia
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Actualizado: miércoles, 28 noviembre 2012 14:24

Almunia impone una reducción de tamaño en torno al 60% en ese tiempo y confirma que titulares de preferentes tendrán que asumir quita

   SANTIAGO DE COMPOSTELA/BRUSELAS, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

   La Comisión Europea ha aprobado este miércoles el plan de reestructuración de NCG Banco, así como el de Bankia, Catalunya Caixa y Banco de Valencia, que establece que la entidad gallega recibirá una inyección de 5.425 millones de euros y que debe venderse en los próximos cinco años.

   El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, ha dado cuenta en rueda de prensa de la aprobación de estos planes, que conllevarán una reducción de tamaño que rondará el 60% en las cuatro entidades, así como que los accionistas y titulares de preferentes deberán asumir una quita, que no ha cuantificado y ha dejado en manos de las autoridades españolas y de los propios bancos.

   Esto es lo que exige Bruselas para autorizar una inyección de capital de 37.000 millones de euros del fondo de rescate de la UE (MEDE) con el fin de garantizar la viabilidad de NCG Banco, de Bankia (que recibirá 17.960 millones); Cataluña Caixa (9.080 millones) y Banco de Valencia (4.500 millones).

   Además de estos 37.000 millones de euros, el MEDE inyectará un primer tramo de 2.500 millones de euros a la sociedad de gestión de activos inmobiliarios (Sareb), según ha anunciado Joaquín Almunia. Bruselas autoriza la venta de Banco de Valencia a Caixabank por considerar que "no es viable como entidad autónoma". "Esta opción es más barata que liquidar el banco", ha asegurado.

   Sobre NCG Banco, la UE destaca que, antes de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, estas se habían expandido fuera de su región tradicional, Galicia, y estaban presentes en "todos los segmentos empresariales fundamentales", con unos activos totales de alrededor de 72.000 millones en 2011. Desde 2010, la entidad fusionada ha recibido ayudas públicas que, ahora, con los fondos procedentes de la UE, ascenderán a "aproximadamente 10.000 millones de euros".

   En la rueda de prensa, Almunia ha indicado que esta reducción que afrontarán las entidades supondrá reducir a la mitad su red y conllevará despidos y medidas sobre el empleo. "Los ajustes de plantilla van a tener lugar, sin duda. Ya han tenido lugar", ha apuntado, aunque ha remitido de nuevo a las autoridades españolas y a las propias entidades para conocer los datos concretos.

   En cualquier caso, ha negado que la UE haya impuesto que los despidos se tengan que hacer de acuerdo con la última reforma laboral con una indemnización de 20 días por año trabajado. Preguntado al respecto ha contestado: "La respuesta es claramente no".

VENTA O LIQUIDACIÓN

   Una vez se produzca la inyección de los fondos, que se calcula que puede producirse a mediados de diciembre, las entidades afrontan un periodo de reestructuración que en los casos de Catalunya Banc y Novagalicia Banco derivará en que antes del 31 de diciembre de 2017 (cuando acaba la aplicación de los planes) en una venta y en que "queden integrados --los dos bancos-- en otra entidad financiera". De lo contrario, al terminar ese periodo deberá presentarse "un plan de resolución ordenada" para las entidades que no se hayan vendido.

   No obstante, Almunia introdujo posteriormente, en respuesta a preguntas sobre una posible liquidación, la posibilidad de dar entrada a inversores y dijo que la opción de la venta sería "mejor" y "más barata", además de que sería una demostración de que "los efectos positivos de los planes son apreciados" por "posibles inversores o compradores de esas entidades".

   Precisamente, el presidente ejecutivo de NCG Banco, José María Castellano, entró en la entidad con la intención de introducir a inversores privados que evitasen la venta de la entidad a otro banco y permitiesen su continuidad de forma independiente.

   Almunia ha incidido en que "han sido las autoridades españolas las que han anunciado su intención, tanto en el caso de NCG como en el Catalunya Bank, de poner a la venta las respectivas entidades" a lo largo del periodo de aplicación del plan de reestructuración. "Tomamos buena nota de la intención de las autoridades españolas de poner a la venta estos dos bancos, no entramos en cuándo se debe poner a la venta cada uno de esos bancos, pero, si al final del periodo de aplicación del plan de reestructuración esa venta no ha tenido lugar, tendremos que abrir un proceso de resolución ordenada", ha expuesto.

"RESPONSABLES, QUIENES GESTIONARON MAL"

   El vicepresidente de la Comisión ha mostrado su confianza en que estos planes permitirán a las nacionalizadas volver a ser viables sin más ayudas públicas y ha responsabilizado de la situación a "quienes gestionaron mal estas entidades". "No vamos a poner nombre y apellidos pero los podríamos ir poniendo en común y nos saldría una lista relativamente larga", ha agregado.

   Respecto a los tenedores de preferentes y este tipo de productos, ha indicado que el porcentaje de quita que tendrán que asumir no será igual en todas las entidades y ha concretado que primero habrá que calcularse el valor actual, aplicar una quita parcial y después se hará un canje por acciones o títulos equivalentes. El proceso se desarrollará "en los próximos tres meses".

CONDICIONES

   Los planes aprobados establecen otras condiciones como la de limitar el tipo de negocio a desarrollar por estos bancos, que deben centrarse en la parte minorista, y el territorio en el que pueden operar, que será aquel en el que han estado asentadas tradicionalmente.

   La experiencia, ha argumentado Almunia, "demuestra" que las entidades "tienen un 'know how' que les permite operar de manera eficiente" en sus territorios, mientras que ha puesto de manifiesto que "su expansión más allá del territorio conocido ha conllevado altos riesgos" y se ha evidenciado que "no son capaces de gestionar de forma eficiente en las operaciones de riesgo".

   Para llevar a cabo su reducción de tamaño, las entidades nacionalizadas deberán centrar su modelo empresarial en préstamos al por menor y préstamos a las pymes en sus principales regiones históricas. Tendrán que abandonar las líneas de créditos a favor de promociones inmobiliarias y limitarán su presencia en el mercado al por mayor.

   Ello contribuirá a reforzar su capital y sus niveles de liquidez y reducir su dependencia de la financiación en el mercado mayorista y del Banco Central Europeo.

   Todos los bancos se han comprometido a ceder algunas participaciones industriales y filiales. El producto de dichas cesiones contribuirá a financiar la reestructuración y, por lo tanto, limitará la necesidad de ayuda adicional, además de reducir las distorsiones de competencia.

   Además Bankia y Catalunya Caixa cederán los títulos de renta fija que poseen en su cartera de valores negociables y de tesorería. Catalunya Caixa también cederá la totalidad de sus fondos de capital riesgo. Los beneficios deberán dedicarse a la propia reestructuración.

ACCIONISTAS Y TITULARES DE PREFERENTES

   Según los planes de reestructuración aprobados por el Ejecutivo comunitario, los accionistas y titulares de preferentes y deuda subordinada deberán contribuir también a los planes de reestructuración. Su aportación reducirá la ayuda estatal necesaria en alrededor de 10.000 millones de euros, según los cálculos de Bruselas.

   Finalmente, todos los bancos se comprometen a limitar las remuneraciones de sus directivos según está previsto ya en la legislación española, no pagar cupón de instrumentos híbridos y no publicitar la ayuda pública ni usarla para prácticas comerciales agresivas. Además, tendrán prohibido realizar adquisiciones.

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